En días recientes revisamos, como parte de las tareas que desarrollamos desde el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, en aras de preservar y difundir el legado del líder histórico de la Revolución Bolivariana, la entrevista que para el seriado Presidentes de Latinoamérica, le realizara al líder bolivariano el compañero Daniel Filmus.
En dicho espacio, nuestro Comandante Eterno hace mención a la afirmación de Karl Von Klausewitz, según la cual la guerra es la continuación de la política por otros medios; una afirmación a la que Chávez le aplica, de alguna manera, la propiedad reflexiva de las matemáticas: si a=b, b=a, llevándolo este ejercicio a expresar que la política es la guerra por otros medios. Se trata, de una batalla que en el caso de la Revolución Bolivariana está orientada a vencer al capitalismo y a construir el socialismo, y que para afrontarla el Comandante Chávez plantea cinco frentes: el moral, el político, el económico, el social y el territorial.
Al referirse al frente moral, lo define como el más importante, en la medida en que tiene que ver con el humanismo, con lo espiritual, con los valores que definen al ser humano en sociedad, con iguales deberes y derechos. Es la conciencia del deber social que se fortalece con el estudio y la práctica revolucionaria, en lo individual y en lo colectivo. Así lo expresó Chávez: “…No se es socialista por decreto, es muy fácil decir Patria, socialismo o muerte, soy socialista…Si no tienes, si una persona no tiene conciencia del deber social, si una persona no es capaz de desprenderse de sus egoísmos, de sus intereses personales, de sí mismo, perdón, no es un socialista en toda su dimensión…”.
Igual razonamiento emplea nuestro Comandante Eterno en lo colectivo, al referirse a la labor de los sindicatos, movimientos sociales, organizaciones del Poder Popular y el Partido, entre otras expresiones del Pueblo organizado; señalando que si una organización de cualquier signo no es capaz de luchar más allá de solo sus reivindicaciones materiales y se deja arrastrar por el egoísmo, el materialismo, el consumismo, llegando incluso a la corrupción y a traicionar los verdaderos intereses de su propia clase; no es socialista. De allí que, para Chávez: «…La batalla moral es fundamental, ese es el primer frente, que tiene que transversalizar…a todos los demás frentes, tiene que bañarlos a todos, …como la sangre tiene que llegar hasta esta uña y si no la pierdo…”.
II
El segundo de los frentes a los que se refiere el Comandante Eterno es el político, y tiene que ver lógicamente con el sistema de gobierno, sustentado en la democracia participativa y protagónica que consagra la Constitución Bolivariana. Fiel al principio del Padre Libertador Simón Bolívar: “El sistema que garantice la mayor suma de estabilidad política, la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de felicidad posible”; Chávez insistía permanentemente en que nuestro sistema de gobierno debe asegurar el buen vivir del Pueblo, haciendo de la revolución un proceso “humanamente gratificante”.
Se trata, como señala el líder bolivariano, de “…La democracia, pero no la burguesa liberal, la democracia protagónica, más que participativa, protagónica; el Poder Popular, el autogobierno, la autogestión general…”. Es la verdadera democracia que permita generar mecanismos de control social, “…El patrón de medición de los logros socialistas…” como recordaba el Comandante Chávez citando al filósofo marxista húngaro Itsvan Meszaros; al tiempo que, destacaba la importancia de que éstos sean medidos para determinar “…El grado de impacto que tengan las políticas y las medidas en esos logros, en el desplazamiento…de la división del trabajo jerarquizada, heredada del modelo capitalista…El socialismo o es democrático, o no es socialismo, es poder del Pueblo, pero no la democracia esa burguesa, no caigamos en esa trampa”.
En relación con el frente económico, nos dice Chávez que “…Hay que democratizarlo, al Pueblo hay que transferirle poder económico, los factores de la producción y el papel del Estado, sobre todo en los sectores estratégicos de la economía; y un sector privado eso sí, subordinado a un plan general, a una Constitución, a unas leyes y a un interés general”.
Es nuestro modelo económico socialista, que comenzó a debatirse públicamente cuando los Comandantes del 4F divulgaron el documento Como Salir del Laberinto, donde se expresaban un conjunto de planteamientos relacionados con el Proyecto Bolivariano en el ámbito económico, en función de construir un nuevo modelo de Patria antineoliberal, democratizador, humanista y eminentemente popular; un modelo al que se le dio forma, junto al Pueblo, en la Asamblea Constituyente de 1999, después que Chávez asumió la Presidencia de la República por vez primera, de cuyo seno fue aprobada la Constitución Bolivariana ese mismo año.
III
Los rasgos de este modelo, profundamente Bolivariano y Chavista, se expresan también en el frente social; ámbito en el que, como señalara el Comandante Chávez, están concentrados los esfuerzos de la revolución para construir una sociedad socialista, capaz de generar condiciones de igualdad política y social, donde todas y todos tengamos los mismos derechos y deberes. Se trata, apelando una vez más al Padre Libertador, de construir una sociedad en la que reine la igualdad establecida y practicada, como soporte fundamental de nuestro sistema político; una sociedad de derecho y de justicia social, una sociedad en la que juegue un rol preponderante la educación popular, para lograr auténtica Revolución Cultural. Es decir, la sociedad bolivariana donde “…moral y luces son los pilares de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades”.
Finalmente, y al abordar el frente territorial, Chávez asume la tesis de la geografía radical o de lo geopolítico radical; considerando que: “…no se puede entender el tiempo sin el espacio…”, y calificando a la geografía como cosa viva. “Vaya que cosa más viva que esa montaña que está ahí, aunque ella tú crees que no se mueve, está viva, claro que se está moviendo, los ríos, los mares, nosotros mismos como humanos somos parte de la geografía, somos parte de lo geográfico”; señaló el Comandante Eterno.
Se trata, en definitiva, de tener en cuenta la importancia geopolítica del territorio en la consolidación de nuestro proyecto de libertad y soberanía, en el esfuerzo que realiza la Revolución Bolivariana en pro de la integración de los Pueblos, en la lucha contra el injerencismo imperial.
De manera que, estos cinco frentes, íntimamente relacionados, conforman el plan estratégico de Chávez para lograr consolidar el Socialismo del Siglo XXI; un propósito que seguirá demandando de nuestros mayores esfuerzos y que a lo largo de estos años de duro trajinar tras su desaparición física, continúa siendo respaldado por el heroico Pueblo venezolano, a pesar de la saña imperial que pretende acabar con su legado libertario.
Fuente: Cubadebate