Este sábado 9 de septiembre se transmitió una entrevista al presidente Nicolás Maduro para la agencia de noticias Xinhua de la República Popular China, encuentro que ocurrió en la Casona Cultural Aquiles Nazoa, Caracas, el martes 5.
Durante la entrevista, el Presidente brindó las razones de su visita a China y un análisis de las relaciones sino-venezolanas en el marco de los nuevos tiempos que emergen en materia de relaciones internacionales y geopolítica.
VENEZUELA BAJO ASEDIO
Pero antes, el primer mandatario nacional explicó el proceso de guerra que Venezuela ha sufrido en la última década, pues «nosotros hemos pasado por todas las pruebas de una agresión multidimensional del imperialismo estadounidense y de sus aliados en Europa y en el mundo», una arremetida de ocho años consecutivos en los cuales al país «se le aplicaron más de 950 sanciones ilegales, inmorales, lo que se llaman medidas coercitivas unilaterales. Se atacó duramente toda la economía, todos los sectores estratégicos productivos del país».
Refirió que a Venezuela «se le sacó del sistema financiero internacional, se le quitaron más de 30 mil millones de dólares en cuentas bancarias en el exterior; se nos secuestró y robó una empresa muy importante en los Estados Unidos, llamada Citgo, y se le hicieron grandes daños económicos».
A partir de esta situación, con el «aprendizaje de estos años -dijo el Presidente-, hemos ido saliendo adelante en la construcción de un nuevo modelo económico, basado en la diversificación productiva. Hemos definido una agenda económica de 18 motores de crecimiento, y todos los sectores del crecimiento económico han sido atendidos de manera particularizada».
Citó las proyecciones de crecimiento para Venezuela, alrededor de 5%, en el contexto de construcción de «una economía que genera bienes, servicios, y empieza a generar riqueza para el país, paso a paso, poco a poco. Pudiéramos decir que es un logro de todo un país, hay un gran consenso en Venezuela de trabajar y atender la economía, de recuperar la capacidad productiva y de lograr niveles superiores de satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo».
Tras contener, neutralizar y derrotar todas las conspiraciones nacionales e internacionales, argumenta el Jefe del Estado, «en Venezuela hoy reina la paz política, la paz social, la estabilidad interna, y cada vez reina más un proceso de armonía, de equilibrio interno necesario que el pueblo asume como consenso también».
Para encarar los impactos negativos de las sanciones estadounidenses, el presidente Maduro dijo que primero había que denunciar la ilegalidad de esas medidas en todas las plataformas internacionales posibles, mientras que al mismo tiempo se debía «atender al pueblo porque las sanciones buscan afectar, dañar, herir la vida social, económica de la familia, de la comunidad, en definitiva de nuestro pueblo».
Las sanciones apuntan a la población venezolana mientras secuestra activos venezolanos en el exterior. El caso de Citgo es paradigmático; el Presidente explicó a Xinhua que la filial de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) en Estados Unidos consta de seis refinerías, más de 8 mil estaciones de servicio de combustibles y tiene una presencia importante en varios estados de los 50 estados de la Unión.
Citgo «daba dividendos por el orden de los 1 mil millones de dólares anuales, vendía hasta 600 mil barriles diarios de petróleo, y eso significaba un ingreso importante para la República», además que «también surtía a Venezuela de combustible en el momento que hacía falta, porque apenas estamos a tres días de navegación, o sea que cubría importantes servicios y beneficios».
Por ello, denunció que Citgo «pretende ser rematada de manera ilegal, lo cual demuestra la inseguridad que los inversionistas del mundo tienen en los Estados Unidos de Norteamérica. Esto demuestra que ellos no respetan leyes, no respetan derecho de propiedad, no respetan el derecho internacional, sencillamente es un saqueo terrible, horroroso, que Venezuela denuncia».
La denuncia sobre la situación de Citgo sigue, e incluso el primer mandatario nacional dijo que no renuncia a recuperar el activo.
LAS RELACIONES CON CHINA Y LOS BRICS
Venezuela ha solicitado formalmente su ingreso a los BRICS, así como una veintena más de países. El proceso de expansión del bloque se concretará en 2024, y el presidente Maduro tiene razones de Estado para unirse a este bloque, aprovechando las buenas relaciones sino-venezolanas.
Para el Jefe del Estado los BRICS son «el gran motor para la aceleración del proceso de nacimiento de un mundo nuevo, de un mundo de cooperación, donde el Sur Global tenga la voz primordial, un mundo sin hegemonismos, un mundo sin colonialismo, un mundo sin imperialismo, un mundo donde todos podamos integrarnos de manera directa al nuevo comercio mundial».
A su juicio, ese mundo por venir debe parir «un nuevo sistema monetario, una canasta de monedas poderosa, no será el mundo una sola moneda», al tiempo que «los BRICS aceleran la desdolarización del mundo. El surgimiento de un nuevo sistema financiero internacional, de un nuevo orden económico justo, por lo cual la humanidad tiene años, décadas y siglos luchando».
También opinó que «las relaciones entre los gobiernos y los pueblos de China y Venezuela son relaciones de íntima confianza mutua, de hermandad verdadera, de cooperación para el desarrollo compartido, son relaciones que han demostrado a lo largo de los años ser relaciones fructíferas, donde mutuamente nos alimentamos con grandes ideas, con grandes proyectos».
Aludió a la «asociación estratégica de alto nivel» entre ambos países, «una relación modélica, es un modelo de relación de lo que debe ser la relación entre una superpotencia como China, la gran superpotencia el siglo XXI, y un país emergente, heroico, revolucionario y socialista como Venezuela».
Esta caracterización dio pie para que el presidente venezolano ofreciera la reflexión más importante de la entrevista con Xinhua. El periodista de la agencia china, Xu Ye, le preguntó sobre las acciones que debe tomar el gobierno de Xi Jinping «para promover la construcción de una comunidad de destino compartido entre China y Venezuela, entre China y América Latina».
El mandatario dijo que, «en primer lugar, reforzar la relación entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), reforzar la relación política, diplomática, cultural, económica, comercial, financiera, tecnológica, y que siga incrementándose la inversión de China en América Latina y el Caribe».
«En segundo lugar, creo que debemos seguir actuando a nivel multilateral para una refundación de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y fortalecer el grupo en defensa de la Carta de Naciones Unidas en el seno de la ONU, que hemos fundado entre China, Venezuela y más de 30 países; acrecentar el grupo en defensa de la Carta de la ONU; ir a una refundación y una democratización de la Organización de Naciones Unidas.
«Y, en tercer lugar fortalecer los BRICS, el ingreso de Venezuela a los BRICS, con el apoyo de China, con el apoyo de todos los países».
Venezuela cuenta con la máxima reserva de petróleo del mundo, la cuarta reserva de gas, la primera reserva de oro, «más de 30 millones de hectáreas para el desarrollo de la agricultura productiva, con vocación exportadora», añadió el Presidente. Esos serían motivos estratégicos por los cuales Venezuela debería entrar a los BRICS «para seguir fortaleciendo el proceso de nacimiento de un mundo nuevo, de un orden justo, igualitario».
«CHINA ES UNA SUPERPOTENCIA PARA LA PAZ Y LA COOPERACIÓN, LA INTEGRACIÓN Y EL DESARROLLO»
El Jefe del Estado declaró que uno de los objetivos de su visita a China era impulsar su ingreso a los BRICS, además de fortalecer las relaciones bilaterales. Para el presidente Maduro resulta importante tanto el papel del bloque multilateral así como el del mismo mandatario Xi en la dinámica internacional, cuyos planteamientos inician «una nueva era en el proceso de construcción de lo que denomina una comunidad de destino compartido. Garantizar que la humanidad respete la diversidad cultural, la diversidad de civilizaciones, y poder avanzar en el respeto de nuestra diversidad en la unión de un mundo diferente, de todas las regiones del mundo».
De acuerdo con el presidente venezolano, Beijing «echa las bases para dejar atrás el viejo mundo de los colonialismos y de los imperialismos».
Por último, el primer mandatario nacional describió las relaciones sino-venezolanas como «una amistad entrañable», en un mundo donde «tenemos un destino común que está por venir», en un marco de construcción de paz.
«China como gran superpotencia hoy por hoy señala el camino del desarrollo económico, del desarrollo tecnológico, de la estabilidad social, de la independencia ganada, construida, fortalecida; y siendo una superpotencia ha inaugurado una nueva era, de surgimiento de superpotencias no colonialistas, no imperialistas, no hegemónicas, y eso es muy importante que los pueblos del mundo, el pueblo de China lo tenga consciente.
«Con China en el siglo XXI ha surgido una superpotencia, pero para la paz, para la cooperación, para la integración, para el desarrollo».
La solidaridad expresa en tiempos de pandemia así lo constata, ratifica el Presidente: «Gracias a China llegaron las vacunas y las medicinas, no sólo para Venezuela, sino a más de 160 países del mundo que se usaron las vacunas chinas. Eso es una demostración en un momento de emergencia único para nuestra generación, que fue el tiempo de la pandemia. Así que hay suficientes demostraciones» de que China es una potencia distinta las coloniales e imperialistas de Occidente.
«En 12 mil años lo que hemos conocido de la historia de la humanidad -analizó- es la existencia de un imperio sobre otro, de un colonialismo sobre otro; es ahora en el siglo XXI, luego de tantos siglos de lucha de los pueblos, que estamos viendo en el horizonte una humanidad sin imperialismo, sin colonialismo. Y China va a la vanguardia de la construcción de ese nuevo mundo».
Por eso es que el presidente Nicolás Maduro insiste en que, entre China y Venezuela «construyamos una patria humana, donde ahí nos encontremos, donde podamos reconocernos y podamos transitar el camino del desarrollo de la paz y la cooperación».
Fuente: Misión Verdad