Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba: Unidos los que aman y fundan. Por Claudia Fonseca Sosa, Irene Pérez

Con presencia del primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sesionó este lunes en el Palacio de las Convenciones de La Habana el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba.

Presidieron igualmente el evento el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido; el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla; el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, y el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando González Llort.

Estuvieron presentes también dirigentes de las organizaciones políticas, sindicales y de masas, así como los científicos cubanos condecorados como Héroes del Trabajo de la República de Cuba.

Durante la jornada de clausura, se prevé la aprobación de dos declaraciones, una de solidaridad con la mayor de Las Antillas y otra referida a la Cumbre de las Américas, de cuya participación Washington pretende excluir a la nación caribeña, según ha denunciado la Cancillería recientemente.

Los delegados provenientes de alrededor de 60 países y 219 organizaciones dialogaron en tres comisiones de trabajo sobre la unidad en la diversidad en la lucha antimperialista a nivel global, el derecho de los pueblos a la vida y la defensa de las causas justas.

Otros temas del encuentro fueron la situación de crisis multidimensional que se vive hoy en el mundo, y el impacto de la COVID-19.

Sobresalió el reclamo de los delegados por el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace 60 años por EE.UU. a Cuba, y el reconocimiento a la Isla por los avances en materia de biotecnología y salud en el contexto de la pandemia.

Entre las personalidades invitadas están Max Lesnick, de la coalición Alianza Martiana; Gail Walker, directora ejecutiva de IFCO/Pastores por la Paz; Socorro Do Gomes e Iraklis Tsavdaridis, presidente y secretario ejecutivo del Consejo Mundial de la Paz, respectivamente; e Isaac Saney y Cheryl Labash, copresidentes de las redes de solidaridad con Cuba en Canadá y Estados Unidos, en ese orden.

En sus palabras al auditorio, Ulises Rosales de Nacimiento, secretario general de la CTC, agradeció la presencia en Cuba de los delegados internacionales, y subrayó la importancia de construir consensos entre las fuerzas progresistas del mundo que nos permitan contrarrestar la hegemonía del imperialismo.

Ratificó que el pueblo cubano se mantiene firme en su lucha contra el bloqueo estadounidense, luchando creativamente para superar los obstáculos, y decidido a construir una sociedad justa, democrática y soberana, con todos y para el bien de todos.

La participación de millones de cubanos en los desfiles por el Primero de Mayo en todo el país es una muestra contundente del respaldo popular a la Revolución Cubana y sus líderes, enfatizó.

Reafirmó, asimismo, la permanente solidaridad del pueblo cubano con las causas justas, en favor de los pueblos, por la paz, la integración y la concertación política.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció las incontables muestras de solidaridad internacional con Cuba, y reafirmó que el pueblo cubano mantiene firme su compromiso con el legado del líder histórico de la Revolución Fidel Castro, legítimo referente y paradigma de la solidaridad en todo el mundo.

Se refirió a los principios solidarios que guian a la diplomacia revolucionaria cubana, y afirmó que la verdad, la razón, la conciencia, la unidad y la militancia son las mejores armas de las fuerzas progresistas frente a la dominación imperialista y su maquinaria comunicacional.

Sostuvo que la Revolución Cubana sigue invicta, y que sus victorias más recientes han sido contra la COVID-19, frente a las 243 medidas de recrudecimiento del bloqueo y contra los intentos de EE.UU. de subvertir el orden interno.

El canciller rechazó las medidas coercitivas impuestas a los gobiernos que no se someten a los designios del imperialismo, y llamó a los presentes a unir fuerzas contra la guerra cognitiva a la que estamos expuestos todos los pueblos del mundo.

Denunció que el gobierno de EE.UU. ha decidido excluir a Cuba y a Venezuela de los preparativos de la venidera Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en Los Ángeles del 8 al 10 de junio.

Respaldó la decisión del gobierno de Nicaragua de romper vínculos con la desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA).

«Sobre la base del respeto al derecho internacional, la paz mundial y la soberanía de los pueblos, la convivencia pacífica, la amistad, la solidaridad y la cooperación: ¡Cuba socialista tiene derecho a existir!», sentenció el ministro.

«Cuba ha demostrado tener la fuerza moral e ideológica para asegurar la continuidad de la Revolución, que representa un símbolo de lucha y de internacionalismo», dijo Rodríguez Parrilla, al señalar que “quien se levanta hoy por Cuba, se levanta para todos los tiempos”, como dijera Martí.

«Llamamos a la cohesión y a la unidad para derrotar el infame designio imperial, que destina importantes recursos financieros a estimular y organizar la guerra cultural, mediática y subversiva que aspira a dividir y fracturar a este heroico pueblo», añadió. 

Entre el sábado y el lunes sesionó en la capital cubana una nueva edición del evento solidario internacional, cita que luego de una pausa por el azote de la COVID-19, volvió a congregar en La Habana a más de mil amigos de Cuba provenientes de diferentes países.

Entre los países representados destacaron Venezuela, Bolivia, Chile, México, Brasil, Uruguay, Colombia, Panamá, España, Canadá, Sudáfrica, entre otros.

Durante el primer día del encuentro, los delegados visitaron centros laborales de diversos sectores económicos en La Habana y Artemisa, los cuales han estado sistemáticamente afectados por el bloqueo estadounidense.

En reportes de prensa trascendió que esos espacios se tornaron tribunas sindicales, pues los visitantes tuvieron la oportunidad de ver con sus propios ojos los impactos de la criminal política unilateral de Washington y el empeño de los trabajadores cubanos por salir adelante pese a las limitaciones que imponen las sanciones económicas, comerciales y financieras de EE.UU.

Los delegados compartieron, además, con vecinos de barrios en transformación en ambas provincias del Occidente del país.

El grupo internacional reunió a representantes de organizaciones sindicales, movimientos sociales y partidos políticos, quienes también participaron el domingo en el desfile en la Plaza de la Revolución. 

Fuente: Cubadebate

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