Carmen Bohórquez, “…llamo a todas las mujeres que sueñan con mundos justos a unir nuestros esfuerzos en un gran movimiento mundial que pueda abrir los caminos de la liberación…”

Considera que el año transcurrido en crisis, agravada por la pandemia, afecta especialmente a las mujeres. ¿Qué le sugiere la frase: Mujer, crisis capitalista y pandemia?

No conozco hasta este momento si ya se ha evaluado el efecto que sobre la población femenina han tenido las medidas adoptadas para prevenir y luego combatir la pandemia en los hogares, pero conociendo cuán poco se ha podido avanzar en la mayoría de las sociedades en cuanto a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y concomitantemente en la eliminación del secular maltrato sicológico y físico al que han sido sometidas las mujeres en la sociedad de clases; es fácil inferir que la obligada cuarentena por la pandemia y el acrecentamiento de las dificultades para abastecerse, han profundizado las desavenencias, los conflictos y las rupturas en el seno de muchas familias. La prueba más evidente de ello es que ha aumentado en un 20% la violencia hacia las mujeres así como los feminicidios. Ciertamente que no es fácil en una sociedad capitalista donde el culto a lo individual es postulado como la religión a seguir y donde el obligado encierro por la pandemia obliga a convivir las 24 horas del día, a personas que en condiciones normales sólo se encuentran por horas bajo el mismo techo; que estas personas puedan desarrollar de repente sentimientos de cercanía o de solidaridad. Tal obligada convivencia ha agravado de manera generalizada las condiciones de vida de las mujeres, a las que una sociedad machista les hace llevar todo el peso de la “unidad” o del “bienestar” familiar. Situación ésta que amerita la atención urgente de trabajadores sociales, sicólogos, siquiatras y de todo aquel que pueda aportar algo a la solución de dichos problemas de convivencia y respeto mutuo que está generando la situación de pandemia. El pronóstico para la sociedad del futuro es de temer y ninguna propaganda sobre las maravillas robóticas o sobre nuevos inventos, podrá ocultar los graves conflictos de clases, de género y de opresión de los pueblos que se agravarán aún más a medida que se expanda y se alargue la situación de pandemia.

¿Qué mensaje podría dar a las mujeres ese 8 de marzo?

A pesar del preocupante panorama generado por la Covid-19 y por la cada vez más profunda crisis del capitalismo, creo firmemente que será el esfuerzo nacido de la conciencia popular el que logrará finalmente abrir el camino de la liberación definitiva de todas las situaciones de opresión, de injusticia y de desigualdad en el mundo. La experiencia venezolana muestra que ese camino es y seguirá siendo liderado por las mujeres, pues sólo quién ha vivido la negación radical de sus derechos es capaz de construir un mundo nuevo de paz y de reconocimientos mutuos. De modo que mi mensaje quiere convertirse en un llamado a todas las mujeres que sueñan con mundos justos a unir nuestros esfuerzos, a sumar experiencias y a multiplicar las voces que llamen a las todavía indiferentes a incorporarse en un gran movimiento mundial que pueda abrir los caminos de la liberación y de construcción de una sociedad basada realmente en la igualdad y en una justicia efectiva en la que ya nadie se vea obligado a vender su trabajo, sus pensamientos, su cuerpo o su alma.

Carmen Bohórquez, Venezuela.  Historiadora y doctora en estudios ibéricos y latinoamericanos, exdiputada a la Asamblea Nacional y excoordinadora General de la Red en Defensa de la Humanidad.