Las bases militares extranjeras son instrumentos de guerra. Por Nuria Barbosa León

Hoy y mañana sesionará en Guantánamo el 7mo. Seminario Internacional por la Paz y la Abolición de las Bases Militares Extranjeras

Una de las tantas causas de la resistencia de Cuba a las pretensiones expansionistas del imperialismo ha sido la abolición de las bases militares extranjeras.

En su propio patio está uno de los porqués: desde principios del siglo XX, Estados Unidos impuso una en la Bahía de Guantánamo, en contra de la voluntad de los cubanos.

«La base naval de EE. UU. en Guantánamo es la más antigua de ese país fuera de su territorio», explicó a Granma el doctor en Ciencias Mario Antonio Padilla Torres, del Centro de Investigaciones de Política Internacional.

«En diciembre de 1903 aquel Gobierno demarcó 45 millas cuadradas para establecer la base, que en 1934 se legalizó», recordó, y argumentó cómo ha servido para apuntalar la coerción sobre otros países.

Por ejemplo, dijo, «la base posee una pista aérea, con una potente antena de transmisión para ayudar a los pilotos del Comando Sur en sus vuelos diarios por las naciones de América Central», y añadió cómo en la tristemente célebre cárcel para «terroristas», enclavada allí, se violan los derechos humanos a diario.

En el mundo, explicó Padilla Torres, «hay más de mil bases militares distribuidas en unos cien países y territorios, y solo EE. UU. posee 750 reconocidas por la Casa Blanca, el 10 % de ellas en América Latina.

Desde estas instalaciones, alegó el especialista, se lanzan operaciones militares contra otros países; se utilizan como centros de coordinación para misiones de inteligencia, y algunas sirven como terreno de pruebas para nuevas armas.

«Todas forman parte integral de los elementos esenciales para una campaña bélica y, como tal, quebrantan la paz y la seguridad internacionales; sirven para multiplicar el armamento, aumentar la violencia y minar la estabilidad internacional. Además, provocan problemas sociales y medioambientales.

«Desde hace unos años, las bases militares extranjeras también se usan para el transporte extrajudicial, la detención y la tortura de personas. La de Guantánamo es el ejemplo más conocido, pero existen otros centros con los mismos fines», agregó Padilla Torres.

«Constituyen el eje central de la industria bélica de EE. UU., la OTAN y la Unión Europea, y son utilizadas para derrocar directamente a Gobiernos en el campo de batalla, o para proporcionar el evidente instrumento de presión que se aplica en la mesa de negociaciones».

Fuente: Granma

También te podría gustar...