lunes, diciembre 9, 2024
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INJERENCIA ENCUBIERTA: EL BRITISH COUNCIL EN VENEZUELA.

La diplomacia cultural es una herramienta que el Reino Unido ha sabido manejar en el escenario venezolano con miras a imponer una agenda que trasvase sus intereses en ámbitos que muchos podrían considerar «inofensivos», pero que tienen una raigambre indudable en el imaginario colectivo como lo son las expresiones artísticas y simbólicas de variada índole. Estas han sido instrumentalizadas en lo que el intelectual Raymond Williams llamó «políticas culturales de exhibición» (cultural policies of display), dirigidas por una forma de diplomacia orientada no tanto a los gobiernos sino a audiencias y públicos de la ciudadanía en diferentes países y en todo el mundo.

Se entiende cada vez más como un proceso transnacional en el que no solo los gobiernos y sus instituciones pueden participar sino también las partes interesadas de la sociedad civil y del sector privado. La diplomacia cultural británica, como mecanismo de política exterior, se ha vuelto cada vez más importante. El uso estratégico de esa clase de relaciones ha sido una forma fundamental para que el eximperio comunique y establezca sus convenientes narrativas en el tejido social de otros países, lo que a su vez construye percepciones externas sobre sus tradiciones. Para el Reino Unido las instituciones culturales lideran el cambiante panorama de las relaciones internacionales; el British Council, a través de sus diversas iniciativas, ha desempeñado un papel relevante en la instalación del discurso de Londres en torno a temas como la identidad, la política exterior y las fronteras físicas y simbólicas.

En esta investigación sobre las actividades de diplomacia cultural del British Council en Venezuela exponemos un caso de estudio sobre la forma de implementación de la enseñanza del idioma inglés como política en la educación pública venezolana, no sin antes exponer los propósitos de la diplomacia cultural británica y el despliegue de sus labores a la luz de estas consideraciones.

1. DIPLOMACIA CULTURAL DEL BRITISH COUNCIL

El British Council (BC) tiene una sucursal en Venezuela desde 1941, es la segunda organización instaurada por la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (FCDO, por sus siglas en inglés) en la región después de Colombia. Aparte de ofrecer cursos y herramientas de aprendizaje del idioma inglés, desde hace más de una década brinda financiamiento y coordina apoyo a actividades culturales en el país. 

La naturaleza política de esta organización está estrechamente vinculada con los asuntos exteriores de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) británica, organización fundada en 1931 y creada por el Reino Unido para dar continuidad vinculante, territorial y políticamente, con aquellos países colonizados por el Imperio británico, o que tuvieron algún nexo económico, pero sobre los que ya no tenían tanto poder hasta la asunción de la ola independendista.

Las actividades del BC contribuyen con los logros de los objetivos políticos británicos, usan la cultura a modo de una herramienta estelar de influencia del Ministerio de Exteriores (Foreign Office). Su rol está mediado por la politización de la instancia cultural en la «exportación de valores» con componentes de intereses económicos en el proceso.

El flujo de los procedimientos de gestión del BC se fundamenta en un determinado plan estratégico acordado desde Londres con el Foreign Office. Luego, las sucursales en los países diseñan los programas locales. Por ejemplo, si la estrategia general consiste en cambiar —derrocar— un gobierno, el BC conduce un plan que pueda crear las condiciones para intentar cumplir con el fin último. En resumen, el BC opera como brazo cultural bajo dependencia del gobierno británico.

De acuerdo con el reporte anual de 2018, la financiación del BC se divide en dos partes: Una subvención del gobierno, con agencias como el FCDO y la Overseas Development Administration (Administración de Desarrollo en el Extranjero); y la otra proviene de sus propios ingresos operativos. Reflejan que aproximadamente 78% de los ingresos proviene de la enseñanza y los exámenes, los contratos de licitación y las asociaciones, y el otro 22% proviene de fondos de ayuda y contribuciones del FCDO.

Bajo este contexto resulta oportuno repasar la amplia agenda pública que manejan en el país, especialmente en Caracas, usando como puente la cultura como mecanismo de inserción en las comunidades para potenciar sus intereses políticos, basados en el concepto de diplomacia cultural como método de relacionamiento y herramienta de poder blando con vistas a influir en las sociedades mediante iniciativas académicas, eventos artísticos y otras manifestaciones similares.

En 2005 el Comité Asesor de Diplomacia Cultural del Departamento de Estado estadounidense titulado «Diplomacia cultural: El eje de la diplomacia pública«, describía que el papel de esta especie de diplomacia es «plantar semillas: Ideas e ideales, argumentos políticos, percepciones espirituales que puedan florecer en suelos extranjeros». Entonces, no se dirige a los gobiernos en primera instancia sino que los dardos apuntan a las sociedades o a comunidades específicas, en el caso del Reino Unido con propósitos de divide et impera tan caros a la razón instrumental del antiguo Imperio.

A grandes rasgos el BC ofrece múltiples programas en Venezuela en espacios de cine, danza, música, festivales, literatura, arquitectura, fotografía y «acción social». Por ello es menester inferir que la construcción de relaciones culturales internacionales no es apolítica, y que la postura británica sobre el gobierno venezolano es abiertamente opositora, con un expediente a cuestas que suma, en general, el reconocimiento a Juan Guaidó como «presidente interino», el reciente robo bajo el manto de fallo judicial de un tribunal de Reino Unido para impedir el acceso de Venezuela a sus reservas en oro y el latrocinio histórico sobre el Esequibo venezolano que se tradujo en el Laudo Arbitral de París de 1899.

2. AGENDA EN VENEZUELA

En 2021 se desarrolló un cronograma creado por la conmemoración del 80º Aniversario del BC en Venezuela y publicó un seriado de entrevistas a las autoridades de ese centro. La directora venezolana, Soraya Colmenares, comenta que actualmente cuenta con un proyecto de «ayudar a introducir inglés en el sector público». También describe que continúa trabajando en el sector cultural cuyo target son los jóvenes.

Igualmente la exfuncionaria de Cultura Chacao y gerente cultural del BC, Albe Pérez, en una entrevista del seriado conmemorativo explica algunos de los proyectos implementados, entre los que destaca el de «Busca tu espacio«, surgido en 2014 junto con la Unión Europea y la ONG Colletivox cuyo fin se enfocaba en proporcionar información y asesoría a los jóvenes para realizar sus actividades culturales y de recreación en espacios de forma gratuita. En el lanzamiento de este programa Colmenares explicó que el interés primordial es «brindar oportunidades a los jóvenes que residan en áreas carentes de infraestructuras para hacer estas actividades», de esta manera el BC aprovecha sus capacidades logísticas y la red de jóvenes que posee Colletivox en favor de facilitar el acceso directo a estos espacios en zonas vulnerables de los cinco municipios de Caracas.

Asimismo, Pérez señaló que se desarrolló el programa global «Active Citizens» para apoyar la participación ciudadana desde distintas áreas y comunidades, lo que genera condiciones para motivar a las personas a tomar acciones sobre la solución de sus necesidades sociales más inmediatas. En general se han sumergido en actividades en las parroquias Petare, Catia y La Vega, trabajando de la mano con la ONG Mi Convive.

En su portal web y en el marco del plan «Active Citizens» indica que en Venezuela están brindando a los jóvenes «habilidades empresariales técnicas y creativas» junto con la ONG 1001 Ideas Para Mi País.

Finalmente, Pérez afirmó que el acercamiento entre el BC y las ONG es «la única manera de proponer un cambio en un momento muy complicado». Aunado a esto, cuentan con un programa de rehabilitación de espacios en la ciudad desde 2018, «Reframing Spaces«, con el objetivo de abordar los problemas urbanos locales a través de la «participación ciudadana».

En cuanto a la revisión de las actividades en esta materia, que han sido publicadas a través de sus redes sociales oficiales desde 2020 hasta la actualidad, la tendencia está orientada a convocatorias, en su mayoría en compañía de ONG, como método de participación voluntaria y de captación de jóvenes en las diferentes modalidades que ofrece. A partir de ese momento comenzó una fase no pública de captación de organizaciones específicas bajo el manto del BC en términos de financiación y promoción logística.

Incluso en 2020 el BC invitó a un conversatorio junto con el movimiento 100% San Agustín sobre las «raíces africanas», y también desde marzo hasta abril presente patrocina el festival de danza La Movida en el mismo sector caraqueño con una amplia agenda enfocada en la mujer. La actividad fue seleccionada como beneficiaria del programa «Fondo Cultura Circular», que crea redes de intercambio con Reino Unido y ofrece subvención económica.

Como bien se ha descrito el BC tiene una agenda política matizada con la agenda cultural, parcialidad que se reflejó en una entrevista en mayo de 2019 a Soraya Colmenares que expresa lo que ella cree pudiera pasar en Venezuela:

«Nadie sabe lo que va a pasar. Pero quizás haya tres escenarios básicos: 1) El régimen actual se mantiene en el poder y las penurias cotidianas continúan; 2) se instala un gobierno de transición y se convoca a nuevas elecciones, como resultado de negociaciones o de un golpe militar; 3) estalla una guerra civil virtual (?) luego de violentas protestas masivas y/o intervención militar».

También comenta que, a pesar de ese escenario, el BC observa que es una oportunidad y que, según algunos estudios hechos, han tenido que «reducir el enfoque de nuestros proyectos, vinculando nuestra actividad artística al trabajo de las ONG y autoridades locales manteniendo un perfil bajo en nuestras relaciones con el Ministerio de Educación» [las cursivas son nuestras].

Los nexos entre nichos culturales en Caracas y el BC se remontan incluso al lapso entre 2011 y 2015 cuando Tiuna El Fuerte convocó varios eventos en los que estuvo involucrado el BC con logística y financiamiento propios. El órgano británico llegó a entrar dentro del calendario del Teatro Teresa Carreño, asimismo de la mano con Tiuna El Fuerte y otros colectivos de expresión artística, lo que denota un alto grado de inserción no solo en grupos culturales de calle sino también en instituciones estatales como Fundarte, el brazo ejecutor de las políticas públicas de la Alcaldía de Caracas.

3. CASO DE ESTUDIO: INSERCIÓN EN EL MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

En 2021 Mark Gregson, exgerente de proyectos en Venezuela del BC, comentó en una entrevista que existe un plan de aprendizaje del idioma inglés con el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) desde 2012, y subrayó que «son la única organización externa que el Ministerio de Educación utiliza en función de dar las posibilidades de aprender inglés para los niños de las escuelas públicas». Aunque en el portal web del BC señala que sus actividades con este Ministerio inician en 2014 —durante la gestión de Elías Jaua—, se estima que en los años previos se trataron reuniones preparatorias para implementar el plan en cuestión.

El hecho intromisorio en una institución del Estado venezolano es relevante para el BC pues, en un reporte de 2018 para el Comité Selecto de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, lo muestra como parte de una oportunidad su participación con el Ministerio, y confirmaban que son «actualmente la única organización extranjera que trabaja» con la instancia rectora de la educación del poder ejecutivo venezolano.

Incluso, en ese reporte se puntualiza que el enfoque de trabajo del BC en la región es «apoyar la reforma del sistema educativo», cuyo proceso evidente es sembrar la semilla en la base docente para impulsar tal agenda política, y agregan que trabajar en el sector público de la educación primaria en Venezuela puede «facilitar una reforma educativa dirigida por el Reino Unido con un plan de estudios basado en temas y formación para 8 mil profesores, lo que incidiría en 1,5 millones de niños en todas las escuelas primarias estatales del país».

Para 2019 la directora Colmenares, siguiendo las líneas políticas en Londres, confirmó esta cifra: «Se quiere capacitar a 8 mil maestros con miras a introducir el inglés en la Educación Primaria en Venezuela; somos la única organización cultural europea con este tipo de acceso al Ministerio» [las cursivas son nuestras].

Basado en esto el reporte recomienda al gobierno británico que, dada las competencias en cuanto a la influencia de China en el continente, y si el Reino Unido quería mantener su presencia en la región, debía «reconocer la competencia de los demás y aumentar en consecuencia la inversión en actividades de poder blando».

Estos planes en conjunto con el Ministerio no deben considerarse ajenos a los planteamientos que centra el BC y a los intereses políticos del gobierno británico al asumir la postura de no reconocer al gobierno venezolano como legítimo ante la arena internacional, así que se trata de una arteria abierta y directa para que los mecanismos de influencia e injerencia política de su gobierno hagan lo propio sin verse en la necesidad de tercerizar la operación por medio de fundaciones o las ONG. 

Al respecto el BC publicó un informe en 2017 (!) titulado «Se respira cambio: Transformando la enseñanza del inglés en el sistema educativo venezolano«, en el que se expone que ha trabajado en dos programas del MPPE, a saber:

  1. Programa Nacional de Formación (PNF) en Lenguas Extranjeras: Área Inglés en el marco de la Micromisión Simón Rodríguez (MMSR).
  2. Programa Nacional de Formación Avanzada (PNFA) de Especialización en Lenguas Extranjeras: Inglés para Educación Primaria.

Argumenta que los docentes en Venezuela tienen poca claridad en cuanto a su enfoque de impartir clases de inglés. Por ello el BC ofrece capacitación a profesores para mejorar las destrezas lingüísticas y pedagógicas con el idioma. Esto arrojó que:

  • 98,9% de los profesores participantes encuestados estuvo de acuerdo con que el programa sí representa un cambio en la enseñanza del idioma.
  • 97,4% de los profesores indicó que el programa tiene gran influencia en las actividades y estrategias que desarrollan.
  • La percepción de los estudiantes entrevistados coincide con las consideraciones de los docentes. La mayoría de los estudiantes observaron claras diferencias entre los docentes de la enseñanza tradicional y los que se capacitaron con el BC.

En resumen señala que el BC en Venezuela ha fungido como aliado estratégico en la formación de los docentes del área de inglés del MPPE, apoyando con la organización de talleres de ocho horas, a nivel nacional, durante los años 2015 y 2016.

Sumado a esto indica en el informe que el profesor Gregson, en representación del BC, para el año 2013 fue invitado por la profesora venezolana del MPPE, Rosa López de D’Amico, para formar parte de la edición del libro de texto de inglés My Victory, correspondiente a la gama de libros de apoyo docente y estudiantil Colección Bicentenaria.

No obstante, en el informe se argumenta que a pesar de que la Colección Bicentenaria se encontraba en circulación desde 2013, los profesores no estaban preparados para usar los libros. Pero en 2015, cuando se ofrecieron los talleres del BC, se hizo con base en la Colección Bicentenaria y, de esta manera, «más de mil docentes en 18 ciudades del país fueron favorecidos».

Este plan dentro de la política pública del MPPE no debe minimizarse ya que para abril de 2019 registraban cifras importantes de una base de docentes:

  • Se habían entrenado 26 tutores.
  • 189 facilitadores del Programa Nacional de Formación de Docentes de Lengua Extranjera Inglés (PNF).
  • Se registraron 2 mil 211 participantes del programa. Para el Programa Nacional de Formación Avanzada Especialización Inglés para Primaria (PNFA) se habían entrenado 153 facilitadores y registrado 1 mil 268 participantes.

De acuerdo con lo estudiado, el BC considera que se necesita la participación de más actores para mejorar la formación docente, y agrega un adagio del pueblo surafricano Xhosa, que se atribuyen los ingleses como propio, a los fines de concatenar la idea de que no es suficiente con el sistema educativo: «Se necesita de todo un pueblo para criar a un niño».

Como resultado de la radiografía general sobre cómo el BC gestiona sus políticas, es difícil descartar que la propuesta esté orientada a involucrar a ciertas ONG o individuos dispuestos a cargar con el arsenal ideológico-cultural —incluso de manera inadvertida, abiertamente alienada— dentro de esa rama para que se involucren en estos espacios pedagógicos con la excusa de mejorar la política pública en cuestión ya implementada e impulsar los intereses políticos anglosajones.

Este canal de inmersión en las escuelas, con su intención de ampliar los actores, resulta importante para la embajada británica, lo cual se ve reflejado sutilmente en la participación de Rebeca Estefano, miembro de la ONG Ser Inclusivo, en el reciente «Encuentro Nacional de Tutores ELT in Education» del pasado noviembre 2022, donde los docentes hicieron un balance de los beneficios de ese programa de enseñanza de inglés en el país, desde su implementación en 2014.

Cabe destacar que este evento contó con el apoyo del MPPE, la Fundación Cenamec, la Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinson y expertos británicos, además de la participación de la jefa de la misión británica en Caracas, Becks Buckingham. Asimismo, según el BC, este programa ha formado alrededor de 65 mil estudiantes y han capacitado a 10 mil maestros de inglés.

En adelante el BC pudo concretar un encuentro con la ministra Yelitze Santaella a los fines de «articular estrategias a escala nacional para la implementación de políticas educativas que ayuden a mejorar la enseñanza del idioma inglés en todo el subsistema de educación básica», lo que deja claras evidencias de la importancia de continuar involucrados en la educación pública de Venezuela.

En el contexto político bilateral entre Venezuela y el Reino Unido es ostensible que la agenda política del FDCO en territorio venezolano se ha empujado por medio de la agenda cultural enfocada en Caracas y, también, a través de una agenda educativa más amplia ya que el puente cimentado por el MPPE cataliza la injerencia de ese brazo de apoyo británico en la estructura educativa pública venezolana.

Pero estas maniobras no se presentan de forma indiferente con los conatos de protestas gremiales en Venezuela. Una de las características principales del poder blando es que los objetivos políticos están condicionados a palparse en el largo plazo.

Por ello esa inserción del BC en el sistema educativo público venezolano desde 2014 prende las alarmas porque existe un grado de influencia por medio de la educación que se ha nutrido por casi 10 años y, por supuesto, las intenciones pueden corresponder a la agenda de conflicto en contra del gobierno venezolano. La parcialidad y análisis de los posibles escenarios en Venezuela por parte de Soraya Colmenares no marcan una tendencia pacífica y su disertación genera elementos puntuales de la esencia de los objetivos políticos del BC, que finalmente se centra en inocular la idea de cambio político.

Así como Elsa Castillo fue la cara de las recientes manifestaciones de maestros, en esta ocasión resulta importante precisar que la profesora Rosa López de D’Amico ha fungido como enlace de acercamiento del MPPE y el BC.

La agenda actual de La Movida, localizada en la parroquia San Agustín, impulsada por el movimiento 100% San Agustín y auspiciada por el BC, es otro buen ejemplo de inserción enmascarada que se traduce como parte de un proceso gradual de injerencia en esa zona popular, no sólo por el BC sino por cada una de las embajadas del continente europeo a través de la diplomacia cultural de la Unión Europea.

Además no es aislado el contexto de controversia política entre Venezuela y Reino Unido, especialmente en lo que respecta a los más de 2 mil millones de dólares en oro que continúan secuestrados en el Banco de Inglaterra bajo el escudo político de no reconocimiento oficial del gobierno venezolano. La escena de incautación de activos de un Estado, ilegal a la luz del derecho internacional, queda en un segundo plano o se diluye al imponer la fachada cultural y/o educativa en relación con los distintos sectores locales o gremiales en Venezuela, y logra aprovechar un contexto de conflictos para la imposición de activos que propulsan la política exterior británica.

Fuente: Misión Verdad

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