Almagrar: herir o lastimar de suerte que corra sangre. Infamar: ofender a una persona en su honor o dignidad. Señalar con alguna marca, infamar.
Almagro, el enviado imperial bajo la tapadera de la OEA, en la XXVIII Cumbre Iberoamericana celebrada en República Dominicana, tenía encomendada la tarea de reventarla: EEUU quiere las riquezas del sur apretadas en su puño y suelta a su perro viejo encantador de jovencitas trepadoras para que agrupe a los regímenes más de derechas y le sigan en su herir, hacer correr la sangre, ofender a los que luchan, boicotear, con tres cadenas lleva a sus cachorros obedientes, los jefes de Ecuador, Paraguay y Uruguay. Tiene el encargo de hacer sangre con el puñal oxidado, quiere que se infecte la herida, es conocido por su aterrizaje estilo “deus ex máchina”: un elemento ajeno a la trama cae contra ella y destroza el propósito, impone al Sur de América la estafa del gringo. Llega con el encargo imperial de herir e infamar a todos los pueblos reunidos atacando a Cuba, Venezuela y Nicaragua, los más significados.
En estos días el llamado departamento de estado yanqui ha estado hablando de sus derechos humanos en un informe que, cómo no, sus canes han anunciado con verdaderos aullidos de perritos relamidos, “derechos humanos digo que para mi no quiero”. A las alturas en que nos encontramos de la Historia, historia de EEUU en primer lugar, es bien sabido que la élite estadounidense quiere hacer sangre, ofender a una persona en su honor o dignidad, “mentimos, engañamos y robamos” dice Pompeo, el de la CIA, uno de los jefes de Almagro, esos para los que los derechos humanos son distintos a los Derechos Humanos que contienen igualdad y respeto para todos.
El título de la Cumbre “Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible” habla por si de la construcción del ideario de los libertadores, ideario recogido y puesto en desarrollo por Cuba, Venezuela y Nicaragua, los tres a los que al mafioso Almagro tiene el encargo de atacar para impedir la colaboración inclusiva y sostenible. La Cumbre busca el avance y entendimiento en el Continente, o, como declara el Ministro de Exteriores de Cuba, Presidente del Grupo de los 77 más China, “que la Cumbre sirva para más y mejor cooperación internacional tan necesaria al Sur”.
Y demos por añadido: que Almagro se infame y se haga sangre él solo con el puñal oxidado.
Fuente: Rebelión