Los días 17 y 18 de julio próximos tendrá lugar en Bruselas la III Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea. Luego de ocho años de no hacerlo, los líderes de ambas regiones volverán a reunirse, en un contexto internacional complejo, en tiempos de crisis sistémica.
Enfatizó recientemente el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que “la realidad es que, más allá de discursos y declaraciones, no se ha logrado avanzar en los vínculos birregionales y, en el último período, incluso, se ha retrocedido. La Cumbre puede ser una oportunidad para comenzar a cambiar ese escenario”.
Como es habitual desde la Cumbre UE-ALC en Guadalajara en 2004, movimientos populares, organizaciones sociales y fuerzas políticas de Europa, América Latina y el Caribe también organizan una Cumbre de los Pueblos, que tendrá lugar de forma paralela en la Universidad Libre de Bruselas.
No obstante, en los últimos días hemos sido testigos de la falta de transparencia y la conducta manipuladora de la Unión Europea en la preparación de la Cumbre Celac-UE y los eventos relacionados que han estado sesionando en Bruselas, lo cual pone en riesgo el éxito de la reunión de alto nivel.
“Se intentan imponer formatos restrictivos, divisivos, que imposibilitan discusiones directas y transparentes, y se pretende ocultar a la prensa y a la opinión pública el contenido de los debates. Se organizan, de forma unilateral, foros paralelos a la Cumbre. La parte europea decide por su cuenta, incluso, quiénes serán los representantes de nuestra región en esos eventos”, advirtió en su declaración el jefe de la diplomacia cubana.
Desde la sociedad civil también se ha denunciado. La Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU) rechazó la falta de información oportuna y la exclusión de participantes en el foro denominado UE-América Latina y el Caribe: Socios para el Cambio (jóvenes, sociedad civil y autoridades locales), previsto para el 13 y 14 de julio.
No puede desestimarse que ese foro “de la sociedad civil” sea un nuevo teatro montado para darle voz a posturas contrarrevolucionarias financiadas por ONGs y think tanks de la derecha latinoamericana y europea.
Asimismo, manifestó su rechazo al foro la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP): “Desde la Articulación de Movimientos Sociales y Populares hacia el ALBA denunciamos la realización de este Foro convocado por la UE de manera unilateral y poco transparente, invitando directamente a organizaciones y representantes de la sociedad civil de Europa y América Latina y el Caribe cuyos criterios de selección se desconocen, y por supuesto se definieron sin tener en cuenta a la CELAC, ni al esfuerzo que hoy desde la sociedad civil se organiza como CELAC Social alrededor de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños”.
Y desde el ALBA-TCP reiteraron que “es el momento para que entre ambas regiones se logre una relación de cooperación, directa, transparente, independiente de injerencias externas, en función de consolidar unas relaciones equilibradas, justas, que entierren cualquier tipo de colonialismo, con base al pleno respeto a las soberanías nacionales y al principio de autodeterminación de los pueblos”.
Mientras sesiona el segmento oficial, a la Cumbre de los Pueblos en Bruselas asistirán los movimientos sociales y representantes de distintas expresiones de la sociedad civil de nuestra región y de Europa, con el objetivo de garantizar la presencia democrática y plural de las fuerzas sociales cuyas voces son fundamentales para cualquier iniciativa e intercambio entre ambas regiones.
Los pueblos de América Latina y el Caribe tendremos en la Cumbre de los Pueblos un foro democrático y plural, ajeno y en rechazo a cualquier injerencia externa en las relaciones birregionales.
La delegación cubana presente ya en Bruselas así lo ha expresado. En diálogo con Cubadebate, Joel Suárez Rodes, del Centro Martin Luther King, hizo referencia a la tradición de nuestra sociedad civil de participar en eventos alternativos como la Cumbre de los Pueblos, donde históricamente se han discutido los desafíos de los países frente a los tratados de libre comercio y las prácticas neoliberales.
Marilin Peña Pérez, también del Centro Martin Luther King, explicó a Cubadebate que “participa en la Cumbre de los Pueblos porque ha sido parte de toda una construcción histórica en los foros sociales, en los eventos contra el ALCA.
“Como parte de la sociedad civil cubana el mensaje que llevamos a la Cumbre es el de la solidaridad entre nuestros pueblos, la celebración de la vida y la denuncia al capitalismo salvaje que genera destrucción y muerte, crisis ambiental, económica y social para nuestros pueblos. La importancia de continuar articulando luchas que son internacionales.
“Este será un espacio también para colocar los avances de Cuba en temas como la despatriarcalización y la descolonización de nuestra sociedad, y también los desafíos que tenemos como sociedad. Será un espacio de mucho aprendizaje, de acercamiento e intercambio cultural, de construir y fortalecer puentes de solidaridad entre los pueblos del nuevo y el viejo continente”.
José Ernesto Novaez Guerrero, coordinador del Capítulo Cubano en la Red en Defensa de la Humanidad, dijo a Cubadebate que “asistía a la Cumbre de los Pueblos -que es un espacio paralelo, que se ha construido democráticamente, participativamente- para debatir sobre problemáticas muy diversas, como el diálogo norte-sur, el papel de los medios de comunicación, los retos de la sociedad civil, la migración…todo ello, desde perspectivas constructivas, con la aspiración de construir agendas comunes”.
“La Red, en ese sentido, como una de sus esencias es la construcción de frentes de articulación amplios, donde la izquierda y sus diversas luchas puedan encontrarse y contenerse, viene a Bruselas a aportar su grano de arena en esa pluralidad de voces, con un mensaje de unidad, en defensa del planeta, de la paz y la soberanía de los pueblos”.
“Estoy convencido de que la Cumbre de los Pueblos será un espacio excelente para encontrarnos, para dialogar y conocernos, para construir ese tipo de articulación que pasa por lo humano, y que es fundamental en este trabajo de vinculación, de tender puentes entre visiones, realidades, prácticas políticas cercanas, similares pero no siempre interconectas”.
Respecto a la Cumbre de alto nivel CELAC-UE, Novaez Guerrero comentó que “lo ideal sería que la reunión ‘se resolviera’ en el sentido de un mayor respeto al diálogo, un mayor respeto a las particularidades de los diferentes proyectos políticos del continente latinoamericano, y también en el sentido de un mayor apoyo al desarrollo, de una mayor articulación, en la cual cada región se complemente, acorde con los recursos, posibilidades, conocimientos que pueden aportar y contribuir entre sí. Ese sería el ideal, aunque la realidad no siempre se ajuste a las expectativas que uno traiga”.
Sobre el intento de limitar, coactar, la participación de la sociedad civil de algunos países en los foros paralelos que han estado sesionando, opinó que “es una torpeza desde todo punto de vista”.
“Es muy peligroso que se haga con falta de trasparencia, con falta de comunicación, que no se tenga claridad de quiénes ni cuáles son las instituciones que participan y que, además, existiendo capacidad de participar más personas en los espacios se restrinja la participación y se sesione con salas prácticamente vacías. Eso sienta precedentes muy negativos en espacios que debieran ser para fomentar el diálogo entre la diversidad de voces y perspectivas que constituyen a ambas regiones.
“La sociedad civil cubana está en la mayor disposición de debatir desde todas las perspectivas y ángulos, pero demandamos que se nos permita el espacio, que se nos escuche y que nos dejen expresar nuestra verdad”, enfatizó.
Igualmente, Rigoberto Zarza Ross, representante del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) dijo a Cubadebate que aspira que la Cumbre de los Pueblos “sea realmente el sentir de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe y de Europa, en función de ese mundo más justo, más solidario, donde la voces del sur -los más oprimidos, los más vulnerables- se oiga, basados en un trato de igualdad y reciprocidad y no de mirarnos por encima de los hombros (del norte al sur, por así decirlo).
Comentó que el mensaje del Icap rechaza la resolución adoptada por el Parlamento Europeo el 12 de julio, cuyo el texto muestra un alto contenido injerencista, difama no sólo sobre la realidad cubana, su ordenamiento jurídico y Estado de Derecho, sino también respecto a los vínculos que Cuba mantiene con otros Estados de forma soberana, en estricto apego al Derecho Internacional.
“Serán muy importantes los talleres que se organizarán en el marco de la Cumbre de los Pueblos relacionados con temas como la justicia climática, la paz, el bloqueo contra Cuba, las viejas y nuevas formas de guerra, el papel de los medios de los medios de comunicación, los golpes blandos. Aspiramos a potenciar una mayor unidad y entendimiento entre nuestros pueblos”.
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Fuente: Cubadebate