lunes, noviembre 25, 2024
InicioArtículosUn análisis marxista-leninista y fidelista de los sucesos del 11 y 12...

El Marxismo aportó a las ciencias sociales, de manera particular a tres de ellas: la Filosofía, la Economía Política y la Sociología, un método científico infalible cuando de escudriñar hechos y las posiciones de sus protagonistas se trata. Y es el de analizar todo suceso social y conducta humana a partir del condicionamiento circunstancial histórico en que se produjo.

Ese “momento histórico”, nunca antes fue igual y nunca después será similar; por la sencilla razón de que todos los factores sociales implicados y los seres humanos participantes son únicos para ese momento.

No se podrá replicar exactamente la situación acontecida ni clonar a los sujetos implicados en ese momento de su historia y vida.

Lo que sí también asegura el marxismo, y lo demostró con irrebatibilidad histórica el leninismo, es que en todo momento histórico están en forja “causas y condiciones”, “objetivas y subjetivas”, que llegadas a un punto clímax pueden desembocar en un estallido social, ya sea desde formas gregarias y “espontáneas”, como los “revoliscos”, indisciplinas sociales, protestas, vandalismos y revueltas, hasta maneras más organizadas y coordinadas, como masivas manifestaciones, huelgas y alzamientos, hasta llegar al punto máximo de expresión que son las revoluciones sociales, que pueden incluir guerras o no.

Un año después de los sucesos acontecidos en Cuba para el verano de 2021, en los días 11 y 12 de julio, algo interesante ha sucedido y es que, los dos bandos contrincantes: a la “izquierda y esquina roja” están el Pueblo y Gobierno revolucionarios cubanos, el Partido Comunista y el Estado Socialista, y en “la esquina azul y a la derecha”, están el Gobierno pusilánime y genocida yanqui, la Mafia fascista y recalcitrante de Miami y la contrarrevolución odiadora, anexionista y oportunista de “allá y de acá”; ambos bandos han tomado medidas, para que no se repita el fenómeno de una parte, y de la otra, para que se repita de manera exponencial.

Ahora, modestamente considero que no se han definido bien cuáles fueron las causas y cuáles las condiciones que generaron estos sucesos. Leo y escucho bastante sobre ese particular y aprecio que se mezclan indistintamente unas y otras.

¿Y qué importancia teórica y práctica tiene esa definición y esclarecimiento?, pues sencillamente que desde el punto de vista histórico (ciencias históricas) se fijan las “verdaderas” causas y condiciones acaecidas, esas y no otras, lo que ayuda a comprender mejor hoy (presente que fue el futuro de hace un año) los acontecimientos y sus protagonistas; desde el punto de vista político e ideológico, permite reevaluar las políticas y la producción de nuevas ideas para evitar que se sucedan situaciones parecidas, eliminar en lo posible las causas objetivas que generaron el fenómeno e influir en la conciencia social de la población para que sea capaz de seguir superando la difícil coyuntura económico-social que incide profundamente en su subjetividad.

Nadie mejor que el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para definir las CONDICIONES OBJETIVAS y su impacto en la SUBJETIVIDAD del pueblo cubano:

“Recuerdo que hace más de un año y medio, cuando se iniciaba el segundo semestre del año 2019, tuvimos que explicar que íbamos a una coyuntura difícil, … a partir de todas las señas que estaba dando el Gobierno de los Estados Unidos, encabezado por la administración Trump, con relación a Cuba. Recuerden que ahí empezaron a recrudecer (el)… bloqueo, la persecución financiera, la persecución energética…  Después vinieron las 243 medidas… y, por último, en los últimos días de esa administración se decide incluir a Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo…”[1]

“… todas estas restricciones que, sobre todo, implicaron que al país se le cortaran de inmediato sus principales fuentes de ingreso de divisa, estoy hablando del turismo, de los viajes de cubanos y americanos a nuestro país, de las remesas que tanto esperan familias cubanas de sus familiares de los Estados Unidos.  Se hizo un plan tremendo de desacreditación de las brigadas médicas cubanas y por esa colaboración médica, además de la colaboración solidaria que presta Cuba por esa colaboración médica, también se ingresaba una parte importante de divisa”[2].

“Todo esto fue provocando una situación de desabastecimiento en el país, desabastecimiento de alimentos, desabastecimiento de medicamentos, desabastecimiento de materias primas e insumos para desarrollar nuestros procesos económicos y productivos que, a la vez, tributan a las exportaciones y a la vez tributan a los abastecimientos del pueblo.  Por lo tanto, aquí están cortados dos importantes elementos: la capacidad de exportar y de recibir divisas para importar e invertir y la capacidad desde los procesos productivos de poder desarrollar todo un grupo de bienes y servicios para nuestra población; limitaciones en el combustible, limitaciones en piezas de repuesto”[3].

 “Todo esto ha provocado un grupo de insatisfacciones, ha acrecentado problemas acumulados que no hemos podido resolver y que venían desde el Periodo Especial, y a todo esto se ha sumado una feroz campaña mediática de desacreditación, como parte de la llamada Guerra No Convencional, que trata por una parte de fracturar la unidad entre Partido, Gobierno, Estado y pueblo, que trata de poner al Gobierno como insuficiente e incapaz de proporcionar bienestar al pueblo cubano, y que pretende enarbolar que desde una posición del Gobierno de los Estados Unidos “muy preocupado” por ese pueblo al que tienen bloqueado injustamente, es por donde se puede aspirar a la esperanza, al desarrollo y al progreso de un país como el nuestro”[4].

“En medio de esas condiciones viene la pandemia, una pandemia que no ha afectado solo a Cuba, una pandemia que ha afectado a todo el mundo, ha afectado también a los Estados Unidos, ha afectado a los países ricos… Ahora, en los últimos meses han empezado a circular las cepas que son más agresivas, cepas que provocan más transmisión de la enfermedad, y en medio de esa situación entonces empiezan a aparecer un grupo de complicaciones: en primer lugar, los casos ocurren con una velocidad y con una acumulación que supera las capacidades que hemos podido crear para atender en instituciones estatales a estos casos.  Por otra parte, hemos tenido que acudir a abrir capacidades en otros centros; al abrir más centros, a los cuales también tenemos que darles una prioridad energética y tener estos problemas energéticos acumulados que nos han provocado apagones, la cantidad de circuitos que tenemos que proteger para que se atiendan los pacientes de COVID-19 son más, por lo tanto, la cantidad de circuitos que quedan con posibilidades de hacer apagones molestos, pero necesarios ahora, porque tenemos que reestablecer nuestras capacidades de generación eléctrica, al ser menos entonces, realmente, tienen una carga.  Eso se ha producido en estos días y ha provocado también irritación, incomprensión, preocupaciones y afectaciones a la población”[5].

“Al tener más enfermos, hay más consumo de medicamentos, y también nuestras reservas de medicamentos se van agotando, las posibilidades de adquirirlos son muy difíciles”…[6]

Reveladas estas condicionantes, en mi opinión, sería un desacierto identificarlas como causas directas de esos sucesos: ni el déficit electro energético (apagones y falta de combustibles), el desabastecimiento de mercados, las incómodas (pero equitativas colas), la falta de medicamentos, las tensiones en los centros hospitalarios, la mala gestión de algunos funcionarios, ni el supuesto de que somos un “Estado-Sistema fallido”, son las causas directas de los acontecimientos de las fechas del 11 y 12 de julio en Cuba; de haber sido así, los “protestantes” hubiesen sido millones y no algunos miles (hubo lugares que fueron unas pocas decenas), porque esas afectaciones, un año después se mantienen (excepto que derrotamos a la pandemia) y siguen afectando seriamente al PUEBLO.

¿Por qué no se sucedieron estos hechos antes de esas fechas o después si eran las mismas condiciones?

Lo que a mi entender, sí fueron las verdaderas causas de esos sucesos y que impactaron de una manera asimétrica en compatriotas confundidos y desinformados (con el perdón de los que se autodenominan revolucionarios), en sus actitudes (protestas e inconformidades), que demostraron, más que todo, una falla en su preparación política, ideológica y psicológica, que no les permitió  seguir resistiendo ejemplarmente, como lo hace la inmensa mayoría de nuestro pueblo, esas causas, las definió el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla[7]:

“Ha sido un intento deliberado, cruel, oportunista de aprovechar las condiciones de una pandemia para intentar estrangular nuestra economía”“Para ello ha utilizado herramientas de alta tecnología, poderosas y sofisticadas, de las cuales tiene, en este mundo desequilibrado, control prácticamente monopólico y lo ha hecho para tratar de aprovechar las duras condiciones sociales que ha generado en el planeta la pandemia y, en nuestro caso, haciendo, además, un uso impúdico, obsceno, desvergonzado de la mentira, la calumnia y la manipulación de datos en el intento de movilizar, convocar, incitar, manipular a las personas”,

“Es un diseño con fines políticos, en el cual el imperialismo norteamericano ha trabajado por largo tiempo, ha acentuado sus esfuerzos y ha incrementado su financiamiento en los últimos años”

“El 23 de junio venía ya desarrollándose esa campaña, que incluía llamados a la violencia, a acciones terroristas, a la agresión a las autoridades, al asesinato del presidente de la Republica”.

Para esos días comienzan a posicionar la etiqueta #SOSCuba desde Nueva York, para tratar de obstaculizar el pronunciamiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el bloqueo.

También se hizo uso de la aplicación Clubhouse[8] para organizar a la contrarrevolución e instruirla por operadores políticos radicados en Estados Unidos.

Detrás de la campaña se encontraba la compañía ProActivo Miami Incorporations, la cual «coincidentemente» había obtenido el certificado de validez para recibir fondos estaduales por parte del Departamento de Estado de la Florida, el 15 de junio de 2021.

Sin embargo, ante el poco efecto de esta maniobra, operadores mediáticos situados en la Florida, intensificaron entonces la campaña de «Intervención Humanitaria en Cuba» en los días en que se alcanzaban las mayores cifras de fallecidos por la COVID-19 en la Isla.

La primera cuenta que usó la etiqueta #SOSCuba  relacionado con la situación de la COVID en el país, fue una localizada en España, pero manejada desde Estados Unidos. La misma puso más de mil tuits tanto el 10 como el 11 de julio, con una automatización de cinco retuits por segundos. Más de 1 500 cuentas de las que participaron en la operación con la etiqueta #SOSCuba fueron creadas entre el 10 y el 11 de julio.

Los operadores «utilizaron lo que llaman granjas de trolls, que son usuarios coordinados que divulgan de manera automatizada mensajes en Twitter a través de cuentas falsas, o cuentas robotizadas, que utilizan los llamados robots o bots, y que se mueven a una velocidad tremenda que solo puede ocurrir de manera automatizada.

 Al unísono se desató de inmediato una intensa campaña mediática, caracterizada por la manipulación artera de imágenes y videos, así como la reproducción a gran escala de fake news tanto por las redes sociales como por los medios tradicionales de comunicación occidentales y de derecha, con el objetivo de multiplicar un solo mensaje en los titulares: “la dictadura cubana reprime cruelmente a manifestantes pacíficos”[9].

Cuando se tienen tantas evidencias “a la mano”, es posible concluir que las verdaderas causas, (como expliqué),  tienen que ver más (porque se mantienen) con una combinada y coordinada operación de Inteligencia y de Big Data, que logró provocar hechos vandálicos, delincuenciales y contrarrevolucionarios, como parte de una sofisticada campaña política-comunicacional contra la Revolución Cubana, pero también movilizaron los resortes combativos de la parte revolucionaria del pueblo, sus instituciones y organizaciones; que de manera mayoritaria y contundente aplastaron el intento de Golpe de Estado vandálico que se puso en marcha.

Pero este análisis estaría incompleto si sólo nos quedamos en el diagnóstico de la situación, porque como aseverara Carlos Marx, en una de sus Tesis sobre Feuerbach “de lo que se trata no es sólo de interpretar el mundo, sino de transformarlo” y para ello (hacer integral el análisis) nos sirve la siguiente referencia del Líder Histórico y Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz[10]:

“Realmente no se pueden concebir condiciones más difíciles. Hemos perdido muchas cosas; sin embargo, no hemos perdido la serenidad, no hemos perdido el patriotismo, no hemos perdido el espíritu revolucionario, no hemos perdido la vergüenza, no hemos perdido el decoro, no hemos perdido la dignidad, no hemos perdido el recuerdo de nuestros héroes y de nuestros muertos, no hemos perdido la memoria del 68 y de los 10 años de aquella extraordinaria guerra, no hemos perdido la memoria del 95, no hemos perdido la memoria de la lucha de nuestro pueblo durante casi 100 años después de la seudoindependencia, no hemos perdido los valores, y eso ha sido un factor, no podría explicarse de otra forma que la Revolución haya podido resistir”.

“Naturalmente que todos los problemas tremendos, las limitaciones, escaseces y sufrimientos que está padeciendo nuestra población hoy, es un caldo de cultivo apropiado para sembrar el desaliento, para golpear la fe del pueblo, de las masas”.

“Las condiciones que se están viviendo, tanto internas como externas, son propicias (para)… el número de los que se sienten pesimistas, el número de los que están desalentados, lógicamente, tiene que crecer en condiciones de esta naturaleza; el número de personas que desertan, o el número de personas que traicionan, crece”.

“Como hemos dicho recientemente, es fácil ser revolucionario en tiempos fáciles, el mérito verdadero es ser revolucionario en tiempos verdaderamente difíciles”.

“En realidad no me asombro de los que se desalientan, no me asombro de los que se desmoralizan, no me asombro de los que desertan, no me asombro de los que traicionan; realmente me asombra el número extraordinario de personas que se mantienen firmes, con la moral alta, con la fe sólida. Eso lo veo en muchos lugares… Lo asombroso es el grado de patriotismo y el grado de espíritu revolucionario que exhibe nuestro pueblo”.

Junto a ese pueblo, no solo vamos a resistir las dificultades y oleadas de agresiones imperialistas y contrarrevolucionarias, sino que de manera creativa, por nosotros mismos, con nuestros esfuerzos y la solidaridad internacional, las derrotaremos y venceremos.

Notas:

[1] Comparecencia televisiva del Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. 11 de julio de 2021. https://www.presidencia.gob.cu/es/presidencia/intervenciones/comparecencia-ante-la-television-cubana-11-07-2021/

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] Ídem.

[5] Ídem.

[6] Ídem.

[7] Comparecencia televisiva del Canciller cubano Bruno Rodrígurez Parrilla. http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/07/13/denuncia-canciller-cubano-campana-de-desestabilizacion-contra-cuba-video/

[8] Clubhouse, es una aplicación de mensajería instantánea, para redes sociales,  exclusivamente por audio y en tiempo real.

[9] Elier Ramírez Cañedo. ¿Qué ha pasado en Cuba? Ocean Sur. Una editorial latinoamericana. 2021.

[10] Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la clausura del VI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, efectuada en el Palacio de Convenciones, el 24 de diciembre de 1993.

Fuente: REDH-Cuba

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