¿Cómo imitar al ser que tanto dio?
es una exigencia de altura,
aquella palabra inexistente,
o mejor dicho,
es una letra por inventar,
una oración por recrear,
es él, que nació sin universo,
suspiró por los sueños
y se ganó su propio cielo.
La letras quedan huérfanas,
ahora buscan un abrigo,
aunque tú infinito si existe,
es hora de buscar tu mirada,
continuar tu inmenso caminar,
cargar con tu verbo incasable,
no desmayar ante la utopía,
añorar cuanta libertad falte,
amar por encima de los límites
y vencer aunque sea con lágrimas.
Una despedida para Earle Herrera no puede ser más que con lo que siempre hizo, lo que quiso y en lo que se despidió haciendo… versos, letras y sueños. Hasta pronto mi camarada.
@robertnieves