“Bolivia que fue concebida por Bolívar, que fue concebida por Simón Rodríguez,
que fue concebida por Antonio José de Sucre como la utopía aquí
en el corazón de la América del Sur” (Hugo Chávez, 2004).
Los acontecimientos ocurridos en Bolivia recientemente nos convocan a alzar nuestras voces en favor de la unidad nuestramericana, tan fundamental como difícil de consolidar.
Asistimos con preocupación a un nuevo intento de golpe de estado en América Latina, lo que nos trae a la memoria lo peor de las dictaduras del siglo XX, así como todos los intentos recientes, consumados y fallidos, por desestabilizar la región a través de golpes blandos, golpes parlamentarios, lawfare y todas las nuevas formas implementadas para romper los procesos democráticos que han costado tanto esfuerzo construir a nuestros pueblos.
Los reales enemigos de nuestros procesos están dispuestos a sacar ventaja en las coyunturas complejas y se alistarán en contra nuestra frente a cualquier muestra de inestabilidad. Es por eso que debe prevalecer una perspectiva político – estratégica y de conciencia histórica en nuestros liderazgos y no confundirnos sobre quién es y dónde está el enemigo.
La responsabilidad radica en considerar el impacto que tienen en la región todos y cada uno de los acontecimientos nacionales, por lo que todo aquello que pone en riesgo los avances democráticos y de justicia social a la vez golpea con fuerza en los espacios de unidad regional que tanto hemos luchado, así como en otros procesos sociales, de transformación, que persiguen los pueblos de América Latina y El Caribe.
No podemos olvidar ni por un instante que las riquezas de nuestros territorios y la posibilidad de su justa redistribución dependen de que la conducción del estado la tengan quienes están comprometidos con las transformaciones. Quienes instigan eventos desestabilizadores son justamente quienes buscan despojar a los pueblos de sus recursos naturales.
Rechazamos con contundencia todo intento de golpe de estado así como toda acción que busque desestabilizar la democracia y derrocar por vías alternas a los gobiernos electos por el pueblo en ejercicio de la autodeterminación. De la misma forma que rechazamos toda acción que busque desprestigiar y estigmatizar a los liderazgos populares.
Hacemos un llamado urgente a la defensa de la unidad de todas las fuerzas revolucionarias de Bolivia, a los líderes y a los movimientos sociales. El comandante Hugo Chávez dijo “Rindo tributo a Ayacucho, a la unión: sólo la unión nos dio la fuerza entonces para romper las cadenas del imperio de 300 años” (Hugo Chávez, 2005).
La conmemoración del ciclo bicentenario con la Batalla de Ayacucho y la Batalla de Junín nos convoca con más fuerza a reivindicar el legado de nuestros próceres, héroes y heroínas que lo dieron todo por la libertad, que tenemos el deber histórico de consolidar, y eso solo será posible en unidad.
“La prisa del enemigo en levantar la discordia indica sobradamente que no se ha de ser cómplice del enemigo” (José Martí, 1892).
Nuestra América, 03 de julio de 2024.
Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad