Rusia convocó a una reunión del Consejo de Seguridad para abordar el desarrollo de armas biológicas estadounidenses en sus fronteras dentro de Ucrania
Un mensaje urgente del periodista Ignacio Ramonet, especialista en Teoría de la Comunicación y Geopolítica internacional, ha comenzado a circular en varios medios de prensa por su gravedad. Se basa en lo que ha acontecido en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Rusia convocó a una reunión del Consejo de Seguridad para abordar el desarrollo de armas biológicas estadounidenses en sus fronteras dentro de Ucrania. En este cónclave el delegado ruso entregó varios documentos y pruebas para que constaran en el acta, en los cuales se advierte el financiamiento oficial del Pentágono para un «aparente» programa de armas biológicas en Ucrania; nombres de personas y empresas estadounidenses especializadas en las pruebas y documentos involucrados en este programa; y la ubicación de los laboratorios en Ucrania y los intentos realizados hasta ahora para ocultar las pruebas.
Además, se demostró la ubicación de 36 laboratorios de Estados Unidos que fabrican armas biológicas, donde hubo un aumento de 12 países con presencia de estos laboratorios con respecto a la sesión anterior.
Según detalla Ramonet, director de Le Monde Diplomatic en español, «el delegado ruso específicó las enfermedades y epidemias, los medios de su liberación, los países en los que se están probando y cuándo y dónde se llevaron a cabo los experimentos con o sin el conocimiento de los gobiernos de estos países, y confirmó públicamente que entre los experimentos y efectos está el virus responsable de la actual pandemia y la gran cantidad de murciélagos utilizados para transmitir este virus».
Ante esta aseveración, Estados Unidos niega las pruebas.
La Organización Mundial de la Salud niega conocer de la existencia de laboratorios para hacer experimentos biológicos en Ucrania y aclara: «Toda nuestra información es que son laboratorios de investigación médica para combatir enfermedades (Rusia prueba con evidencia la correspondencia regular y visitas de expertos de la Organización Mundial de la Salud a los laboratorios estadounidenses sospechosos en todo el mundo)».
Otro miembro importante de este Consejo, China, ha dicho por su parte que si no hay nada que ocultar, entonces se debería permitir la investigación: «¿por qué te niegas desesperadamente a permitir la realización de una investigación por parte de especialistas para averiguar la verdad, especialmente con documentos y pruebas contundentes?», así han manifestado al delegado de Estados Unidos.
De lo que se habla especifícame, declara Ramonet, es del uso de «pájaros numerados», un arma para matar sin tirar un solo tiro. Ha sido impactante para Rusia encontrar durante su operación militar especial en Ucrania aves numeradas que han salido de laboratorios biológicos ucranianos, financiados y supervisados por Estado Unidos.
El objetivo es conocer cómo funcionan las migraciones de las aves, después de estudiarlas con detenimiento, para saber el camino que toman, el sitio o país exacto donde paran en cada estación, las que viajan entre países y las que lo hacen entre continentes.
¿Y para qué es importante tener esta información tan detallada?
Un grupo de estas aves son arrestadas en un laboratorio, procesadas con inteligencia, digitalizadas para insertarles un chip y cápsulas de gérmenes. Luego son liberadas para que se unan a sus grupos migratorios y hacer el daño en el país previsto.
Luego, se monitorea su vuelo vía satélite para contar con su ubicación exacta y sobre el país que quieren dañar destruyen el chip, matan al ave y los gérmenes se riegan sobre ese territorio o la región que quieren afectar, lo que puede terminar en una epidemia. Así causan un daño severo al país objetivo sin costos militares, económicos y políticos.
Esta numeración –detalla Ramonet– es considerada un delito al derecho internacional, pues al ser las aves animales que viajan de un país al otro pueden ser usadas como armas de destrucción masiva.
¿De qué se cuida Estados Unidos al no permitir la investigación?
Del costo político y diplomático que puede tener. Ramonet explica que quien comete un acto tan inmoral e inhumano es castigado, y aunque Estados Unidos puede no temblar ante ningún castigo (nadie se atreve a castigarlos a ellos), sí se preocupa por el estigma que los acompañará y la posibilidad de excluirlo por completo como país creíble, incluso por sus aliados.
Por último Ignacio Ramonet apunta que los rusos tienen una fuerte carta de presión, cuando dicen que han capturado las aves, quiere decir que los americanos están agarrados con las manos en la masa, con todos los detalles que contiene que prueban la condena decisiva; y lo importante es que los escándalos de América del Norte van en aumento, y ahora ha comenzado a rebajar su tono hostil hacia Rusia y trata de reconectarse con ella, con la esperanza de que lleguen a un acuerdo político con los rusos que la proteja del mal de sus acciones y para que no represente ninguna amenaza para Rusia en el futuro.
Fuente: Granma
