Llamamiento de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad
La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad llama a una gran movilización internacional para defender, con más decisión que nunca, los derechos humanos y su universalidad. Ahora que, como consecuencia de las contradicciones del capitalismo, la humanidad enfrenta regresiones históricas, que han llegado incluso a poner en jaque la misma dignidad humana, urge restablecer esta última como la substancia medular de los derechos humanos.
Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, consagrados en los art. 22 al 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, están a punto de desvanecerse por el tendencial incremento de las desigualdades, que resulta de la aguda concentración de la riqueza en pocas manos y corporaciones. Tan sólo en el 2020 unos 95 millones de personas adicionales cayeron en la extrema pobreza; mientras los 255 millones de personas arrojadas al desempleo, mayoritariamente mujeres, no serán recontratadas, a la vez que, están en curso severas reducciones salariales y de derechos laborales.
La pandemia del Covid 19, develó no sólo que en este sistema la vida tiene un precio, sino que el mismo derecho a la salud ha sido reducido a una suerte de franquicia de las corporaciones farmacéuticas. Con excepción de Cuba y otros pocos países, que organizan su sistema de salud e investigación científica en función de la colectividad y las personas, la salud pública ha sido transferida al mercado. Incluso, la necro política ha llegado a suplantar a los derechos sociales, como sucede en Brasil, donde más de medio millón de personas han muerto por la deliberada desatención pública.
Con la intensificación de la privatización de la cultura, la educación y la comunicación, los derechos culturales aparecen como un privilegio y no un derecho indivisible. Peor aún, una monumental maquinaria trasnacional de la alienación relega a la mayoría de personas a la contaminación cultural, semántica y estética, estimulada por el consumo de ‘productos culturales’ en su mayoría nocivos, violentos y sexistas.
En este contexto la REDH hace un llamado a:
- Defender los derechos humanos y colocar la vida y la dignidad en el centro de las sociedades y no los intereses del capital. La integralidad de los derechos humanos es contraria al neocolonialismo geopolítico, geoeconómico, cultural o comunicacional.
- Defender el derecho de los pueblos a su autodeterminación. Repudiar la injerencia, con su maquinaria belicista, que produce destrozos, escaseces, zozobra cotidiana y vulnera los derechos humanos de pueblos enteros. Es el caso de los países afectados por sanciones, medidas unilaterales y bloqueos, considerados delitos de lesa humanidad, tales como los que Estados Unidos aplica a Cuba y Venezuela, que son ilegales y deben cesar.
- Defender el derecho humano a la cultura, a la creatividad, a la libertad de pensar y producir pensamiento propio, que son derechos universales. En ejercicio de los derechos culturales y a la comunicación, deben ser reivindicadas y promovidas las soberanías digital, comunicacional y del conocimiento de todos los pueblos (concepto que implica la pluralidad de naciones) y personas, a la vez, la comunicación debe enmarcarse en principios humanistas, eliminando las prácticas mercantilistas, cada vez más centradas en la venta de informaciones falsas e ideologizadas.
- Promover el respeto a la universalidad de los derechos humanos, cuyo alcance, por definición, atañe a todas las personas y no sólo a quienes tienen poder y recursos. Urge establecer la integralidad de los derechos humanos, en tiempos en los que son cada vez más manipulados, tergiversados y hasta mercantilizados. Desvalorizan la ética de los derechos humanos, galardones tales como el que la Unión Europea ofrece al Presidente de Colombia, Iván Duque, obviando su responsabilidad en el asesinato de más de 600 defensores/as de los derechos humanos en 2020; o la nominación al Premio Sájarov a la libertad de conciencia, conferida por esa misma entidad, a la ex dictadora Janine Añez, quien carga en su haber masacres como las de Senkata y Sacaba, perpetradas con el golpe de Estado que asestó en Bolivia.
- Restablecer la ética de los derechos humanos reparando su sentido humanista, con ideales de justicia y dignidad de las personas. El abuso de los preceptos de los derechos humanos por parte de entidades privadas elitistas -tales como la Pen International o Human Rights Watch- que los usan para tergiversar realidades como la de Cuba, Venezuela y Nicaragua, devalúan esos derechos, toda vez que se sustentan en ideas preconcebidas sobre un país único en la realización de los derechos integrales, entre ellos los derechos culturales. El cumplimiento excepcional del derecho a la cultura, la diversidad de pensamiento y la creatividad que Cuba cumple, está plasmado en su prodigiosa producción artística y cultural, presente en escenarios, publicaciones, producciones estéticas y más, reconocidos en todas partes del mundo.
La REDH saluda a los países, pueblos, movimientos populares y sociales, defensorxs de los derechos humanos, artistas, intelectuales y entidades que defienden la dignidad colectiva e individual, a la vez que reitera su llamado a defender los derechos humanos, la dignidad humana y la soberanía, ahora más que nunca.
Red en Defensa de la Humanidad
Diciembre 10 2021