Cuba no va a permitir de ninguna manera que la agresión persistente del Gobierno de Estados Unidos contra el país altere la tranquilidad, la seguridad ciudadana y dañe la paz social característica de nuestro pueblo y como coloquialmente decimos nos vaya a aguar la fiesta, expresó Bruno Rodríguez Parrilla.
Cuba no va a permitir de ninguna manera que la agresión persistente del Gobierno de Estados Unidos contra el país altere la tranquilidad, la seguridad ciudadana y dañe la paz social característica de nuestro pueblo y como coloquialmente decimos nos vaya a aguar la fiesta, expresó, este miércoles, el miembro del Buró Político del Partido y canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, en una presentación ante el cuerpo diplomático acreditado en la Isla.
Al iniciar su intervención, el Jefe de la diplomacia cubana agradeció profundamente la presencia del cuerpo diplomático y dijo que felizmente «nos encontramos por primera vez, después de estos dos años de azote de pandemia y de restricciones, en los encuentros sociales de diplomáticos.
Explicó que en los próximos días se producirá, de una manera integral, la apertura del país y la reactivación de áreas de su economía que han estado limitadas en este largo y difícil periodo.
«Nos ha llenado de alegría el reinicio del curso escolar y la actividad docente, en todos los niveles de enseñanza; los niños uniformados otra vez en las calles regresando felices a sus escuelas, acompañados de sus padres.
«Este es el momento también en que todo el país rinde homenaje al personal de Salud, a nuestros médicos, paramédicos, a nuestros científicos y, de manera especial, a nuestros jóvenes, estudiantes, que ocuparon posiciones de vanguardia en el enfrentamiento a la pandemia, en el ejercicio de políticas sociales para proteger a los enfermos, a sus familiares, a prevenir contagios, a proteger a las personas de mayor vulnerabilidad, ancianos que viven solos, familias que han requerido del apoyo generoso y afectuoso de sus vecinos», dijo.
También expresó que en los próximos días tendrá lugar el reinicio a escala masiva de los vuelos internacionales y tendremos la oportunidad de acoger a nuestros compatriotas, que han permanecido por periodos prolongados fuera de Cuba sin haber podido regresar por las dificultades de conectividad aérea o por dificultades financieras, que la pandemia ha ocasionado a escala global.
Recibiremos también, agregó, en mayor medida al turismo internacional, a visitantes de todas las latitudes, incluyendo visitantes estadounidenses, que suelen venir a nuestro país a pesar de las dificultades y las restricciones.
«Es un momento para nuestro pueblo de celebración. Celebración prudente, de apertura progresiva, a los que algunos llaman una nueva normalidad. Es un momento que nuestro pueblo celebra. Han asistido ustedes a momentos de regocijo de nuestra población, nuestros jóvenes y nuestros niños concurriendo al malecón habanero, a otras plazas de todas las ciudades del país, a la playa y lugares de recreación.
Y a renglón seguido puntualizó que no «vamos a permitir, de ninguna manera, que la agresión persistente del Gobierno de EE. UU., sus intentos intensos y constantes, agudizados en los últimos seis a ocho meses, de generar condiciones de desestabilización interna, de alterar la tranquilidad y la seguridad ciudadanas, de dañar la paz social que es característica del pueblo cubano, de nuestra nación.
«No vamos a permitir, de ninguna manera, que la agresión organizada desde el exterior, con el empleo de agentes internos, reclutados, entrenados, financiados, organizados, e incluso, a veces transportados directamente en vehículos diplomáticos de la embajada de EE. UU., acreditada en La Habana, vaya a echar a perder este momento de alegría de nuestro pueblo. Claro está, nuestro pueblo con estricto apego a nuestra Constitución, a nuestras leyes, con el talante y el ánimo de amplio consenso que lo caracteriza defenderá, por supuesto, el orden constitucional por el que votó recientemente de una manera masiva y entusiasta, y permitió promulgar una nueva Constitución».
LA AGRESIÓN CONTRA CUBA ESTÁ ORGANIZADA DESDE LA CASA BLANCA
Rodríguez Parrilla denunció que el eje central de esta operación contra el país está organizado desde centros de poder en Estados Unidos, en ejercicio de la política oficial del Gobierno de EE. UU. y con la intervención de altos funcionarios de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y de otras agencias; con la intervención permanente de senadores y congresistas anticubanos; con la participación de entidades que responden a la política del Gobierno de ee. uu. para financiar de diferentes maneras los llamados golpes blandos.
Dijo que estos intentos de desestabilización conducen, por supuesto, a consecuencias, que en otros países han provocado conflictos, incluso guerras, han estado seguidos de intervenciones militares y ocupaciones estadounidenses.
Manifestó que el libreto que sigue el Gobierno de ee. uu. es el de tratar de mostrar a Cuba, en un intento desesperado, infructuoso y tonto, como un Estado fallido, para precisamente utilizar ese enfoque como pretexto para el recrudecimiento del bloqueo, la aplicación de las 243 nuevas sanciones, que implementó el gobierno del presidente Trump, y que el gobierno del presidente Biden aplica de manera estricta e intensa desde su elección.
Dijo que incluye más de 60 sanciones aplicadas durante la pandemia, tomando al virus como aliado, lo que ha hecho que el bloqueo haya sido más genocida y extraterritorial.
Añadió que ese ha sido el contenido esencial de una campaña del Gobierno de EE. UU. que ha durado ya más de 60 años. Releía, puntualizó, hace pocos días sobre la organización de revueltas en Cuba en los primeros años de la década de los 60, del siglo pasado, y que trata, precisamente, de crear situaciones internas que favorezcan sus objetivos de dominación, hegemonía e intervención en los asuntos internos de nuestro pueblo, de conculcar nuestra independencia y nuestra soberanía o, incluso, de sumar a otros países del planeta a esa política.
El gobierno de EE. UU. sabe perfectamente que con las campañas, que arreció en los últimos meses, intenta provocar situaciones de sufrimiento en nuestro pueblo y la esperanza de que generen condiciones que provoquen el llamado estallido social.
«Sabe el Gobierno de EE. UU. que con sus acciones pretende y provoca acciones de inestabilidad y de violencia. Pretende alterar la paz de nuestro país. Usa para eso una muy poderosa maquinaria comunicacional, particularmente digital. Intenta construir desde la mentira y la irrealidad un escenario virtual inexistente con la esperanza de convertirlo en un escenario en la realidad, que no existe en Cuba.
«Utiliza recursos financieros cuantiosos, materiales facilitados directamente por el Gobierno de EE. UU. y sus agencias. Sus operadores y agentes internos residen lo mismo en EE. UU., que en casos muy específicos en nuestro país, o incluso en otras capitales, fundamentalmente europeas.
«Es una operación que se organiza, desde el punto de vista material y práctico, en lo fundamental, desde territorio de Estados Unidos, que conecta con grupos violentos con un pasado, incluso un presente, de acciones terroristas contra nuestro pueblo y contra las embajadas de Cuba en diversos países.
«Utiliza prácticas, modalidades comunicacionales que son típicas del escenario de polarización extrema de máxima toxicidad, que lamentablemente caracterizan las prácticas políticas en la sociedad estadounidense, en particular las prácticas electorales, que ya miran a noviembre del próximo año.
«Facebook, por ejemplo, una gran plataforma privada, se conoce a qué objetivos sus dueños responden y que se caracteriza por una práctica de violación de los derechos de los ciudadanos a la información veraz, a la privacidad, a que no se trafique con sus datos personales, que no solo incursiona en el aliento a mensajes de odio, de división, de discriminación, de odio racial y otras formas de discriminación, y que es generador de violencia.
«Recientes documentos publicados, testimonios internos, demuestran que esto es así.
«Hoy debo informar a ustedes que los grupos privados que se han establecido en la plataforma de Facebook, no solo realizan actividades ilegales desde el punto de vista del Derecho Internacional, del derecho nacional en los propios EE. UU. y en otras naciones, desde donde operan en violación de las leyes cubanas, incluso en violación de las llamadas políticas de comunidad, en las propias normas de la plataforma de Facebook, alterando algoritmos, alterando el mecanismo de geolocalización para simular la presencia masiva en Cuba de personas y cuentas que se sabe que radican fuera de nuestro país, fundamentalmente en La Florida y territorio estadounidense.
«Como ha ocurrido ya, Facebook podría ser, perfectamente, con estricto apego a la ley, demandada por estas prácticas contra Cuba.
«Para mí, lo más importante es qué se dirime en estos acontecimientos: el derecho de un Estado soberano, de un pueblo libre, en ejercicio de la libre determinación, frente al intento de una superpotencia de intervenir en sus asuntos internos y forzar un cambio de régimen, destruir el orden constitucional, por motivaciones estrictamente políticas, que solo sirven al interés de grupos de poder que lucran con la política exterior y que pretenden manipular a los ciudadanos estadounidenses».
El canciller cubano señaló que, por tanto, lo que se dirime es el derecho del pueblo de Cuba a la paz y a la estabilidad, a la tranquilidad y seguridad ciudadanas frente al ejercicio ilegal de una potencia que pretende alterarlas.
ESTADOS UNIDOS HA AMENAZADO A CUBA CON NUEVAS SANCIONES
El Ministro de Relaciones Exteriores de la Isla recordó que el 26 de octubre, periodistas preguntaron al Vocero del Departamento de Estado norteamericano «cuál era la relación del Gobierno de EE. UU. con las llamadas protestas en Cuba. Dos veces, el vocero evitó responder esa pregunta, pero ha sido generosamente respondida por numerosos funcionarios, altos funcionarios del Gobierno de EE. UU., y políticos de ese país, que han hecho abiertas amenazas de aplicación de nuevas sanciones contra Cuba y de represalias contra nuestra nación».
Probablemente me equivoque, añadió, hace apenas una hora se alteró mi compilación, ya no son 28, son 29 declaraciones del Gobierno de ee. uu. y de figuras influyentes del Congreso de esa nación contra Cuba, solo desde el 22 de septiembre, casi una diaria, dirigidas todas a alentar, orientar e instigar acciones de desestabilización en nuestro país.
Denunció que instigan al desafío al orden constitucional, a las leyes cubanas, a las autoridades, plantean exigencias para que se permitan acciones que Cuba jamás ha permitido, ni permitirá, acciones de un gobierno extranjero en nuestro territorio, tratando de desestabilizar el país; solicitan y presionan a distintos gobiernos, algunos de los cuales ustedes representan, a que se sumen a estas acciones contra Cuba.
«Han emplazado, incluso, a una parte de ustedes (Cuerpo Diplomático), a veces de manera personal, a que participen en acciones ilegales de esta naturaleza.
«Presentan a supuestos pacifistas o manifestantes de una manera mendaz, cuando se sabe que son agentes extranjeros, que alientan acciones violentas de vandalismo, y que inevitablemente crearían situaciones que alterarían la paz interna.
«Hablan de luchadores por los derechos civiles, con verdadera desvergüenza. Se amenaza con acciones, incluso desde el Congreso de los EE. UU.»
Rodríguez Parrilla explicó que durante el mes de octubre, la embajada de EE. UU. en La Habana ha publicado, solo en la red de Twitter, 59 mensajes, 36 de ellos relacionados con estos asuntos y con un intento descarnado de alterar el orden constitucional y la estabilidad interna.
«De una manera desvergonzada, tres de esos tuits se refieren a la supuesta ayuda del Gobierno de EE. UU. al pueblo cubano, en estas circunstancias, incluyendo las garantías (y cito) a un mayor acceso a alimentos, medicina y suministros médicos.
«Explican vías para facilitar el envío de ayuda a Cuba y las opciones para acelerar el suministro de bienes humanitarios. Mienten desvergonzadamente. No ha habido ningún ofrecimiento de ayuda del Gobierno de EE. UU. a Cuba, ni humanitaria ni de ninguna índole a lo largo de toda la pandemia. Ni siquiera cuando se produjo la avería de la planta productora de oxígeno se ofrecieron y se concedieron licencias específicas para enviar oxígeno a Cuba; y quedó claramente demostrado que para enviar oxígeno a Cuba desde EE. UU. se requiere de una licencia específica del Gobierno de EE. UU.
EL GOBIERNO DE EE. UU. IMPIDE LA REUNIFICACIÓN FAMILIAR
El Canciller cubano denunció que el Gobierno de EE. UU. continúa aplicando medidas que impiden la reunificación familiar, que impiden los viajes familiares, impiden el otorgamiento de visados, lo mismo para visas de inmigrantes, en incumplimiento flagrante de los acuerdos migratorios vinculantes firmados y vigentes entre ambos países, que restringen los periodos de visado a ciudadanos cubanos, e impiden a ciudadanos cubanos, que residen en terceros países y que tienen doble ciudadanía, acceder con esos pasaportes a territorio estadounidense.
Además del cierre de los servicios consulares en nuestro país y la forma en que se ha encarecido la posibilidad de ir a obtener una visa de inmigrante o de viaje temporal a terceros lugares, «ahora ponen una nueva barrera que es la exigencia de vacunación a los ciudadanos cubanos, que deseen viajar a EE. UU., con vacunas reconocidas por la autoridad regulatoria estadounidense o por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Las vacunas cubanas han sido reconocidas por la Autoridad Regulatoria cubana y por otras de varios países. Espero que la Organización Mundial de la Salud actúe en apego a sus propias normas, que actúe tomando en cuenta las circunstancias de emergencia que se vive hoy en el planeta, en naciones hermanas, en particular de África, que no han podido acceder a las vacunas y que haga expeditos los procedimientos de precertificación de las vacunas cubanas, que están en proceso.
«Sorprende, sin embargo, que el Gobierno de EE. UU., al mismo tiempo que con estas prácticas alienta la emigración irregular, que restringe el derecho de los cubanos a viajar y a emigrar, que los coloca en condiciones de indefensión frente al tráfico de humanos, que lesiona el propio interés del Gobierno de EE. UU., desde el punto de vista de aplicación de la ley, de medidas contra el tráfico de personas, contra la trata de personas, que crea situaciones críticas para países hermanos por donde los cubanos, que salen de Cuba de manera totalmente regular, con sus visados, que otorgan sus consulados, en líneas aéreas y vuelos comerciales regulares, se convierten después en flujos irregulares, que provocan pérdidas de vidas y que crean situaciones dramáticas, a veces trágicas, no solo en el estrecho de la Florida, sino en la selva del Darién y otras rutas de migración irregular».
Rodríguez Parrilla dijo que sorprende el cinismo con que el Gobierno estadounidense ha garantizado, pese a sus llamados disuasivos, la entrada por la frontera sur de EE. UU. de ciudadanos cubanos que no solo han llegado allí en condición irregular, sino que obviamente no han sido vacunados, ni tienen certificado alguno.
OFRECIMIENTO VERGONZOSO
Solo ahora, el viernes de la semana pasada, dijo el Canciller cubano, el Departamento de Estado se ha dirigido a nuestra embajada en Washington para ofrecer a Cuba una supuesta donación de un millón de dosis de una de sus vacunas, con muchas condiciones, con muchos requisitos, sin que estén claras las circunstancias, con menciones a mecanismos internacionales que hasta ahora han sido totalmente ineficaces y excluyentes, incumplidores de los propios contratos que firmó con Covax.
Manifestó que hay que tener en cuenta que un millón de dosis alcanza para vacunar a unos cientos de miles de personas en un país de 11 millones de habitantes.
Debo declarar, afirmó, al Gobierno de EE. UU., que si esa oferta es seria, sincera y responsable, nuestro país la reconoce y la apreciaría como un acto en la dirección correcta.
«Hemos respondido al Gobierno de EE. UU. con una explicación respetuosa y estrictamente apegada a la verdad de las razones por las cuales esa donación no contribuiría a mejorar la salud de los cubanos, ni tendría impacto epidemiológico alguno».
Significó que se ha ofrecido al Gobierno de EE. UU. que utilice esa donación de vacunas, junto a una donación de vacunas cubanas, para la inmunización de la población en algún país altamente necesitado de ellas, que podría estar en el Caribe, incluso con la participación de personal de la Salud estadounidense y cubano en la aplicación del programa de vacunación.
«Estoy reiterando hoy el ofrecimiento que hicimos antes, de manera privada, al Gobierno de EE. UU. de una operación triangular conjunta y estamos en contacto con algunos gobiernos de países que reúnen estas condiciones, en absoluto respeto a su soberanía, por si sus gobiernos decidieran mostrarse interesados en este proyecto», acotó.
EL CINISMO DE LOS GOBERNANTES ESTADOUNIDENSES
Rodríguez Parrilla expresó que el financiamiento federal de EE. UU. para la guerra contra Cuba, guerra económica, guerra política, comercial y financiera, comunicacional, no convencional, típica con acciones de desestabilización, típicas precursoras de acciones de mayor beligerancia, se ha incrementado y fluye de manera permanente. «Solo en septiembre de 2021 se asignó un paquete de 6 000 000 de dólares de subsidio de la Usaid a 12 organizaciones, que operan en la Florida, en Washington y en Madrid, en el negocio lucrativo de la industria anticubana, y que operan estos actos de intento de desestabilización.
Se han presentado evidencias públicas, irrefutables, contundentes, por parte de nuestro Gobierno, sobre las acciones de reclutamiento, entrenamiento, financiamiento, organización, apoyo logístico de agentes internos en Cuba, que la ley de EE. UU. calificaría como agentes extranjeros y amenazaría con penas extremas de privación de libertad, subrayó.
Reafirmó que el Gobierno de Cuba, junto a nuestro pueblo, en respuesta al consenso ampliamente mayoritario que existe en nuestro país, impedirá cualquier ensayo de acciones inconstitucionales o no constitucionales o anticonstitucionales como refieren distintas escuelas de derecho dirigidas a un cambio de régimen en Cuba.
«No lo permitiremos. Utilizaremos nuestras leyes, nuestra Constitución, en el más estricto apego a los principios de nuestro Estado socialista de derecho y justicia social. No permitiremos, obviamente, que se invoque la Constitución para violentarla, ignorarla o destruirla».
El Jefe de la Diplomacia cubana solicitó la solidaridad de la comunidad internacional, de la comunidad de naciones, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el órgano más universal, democrático y representativo de esta organización. También agradeció la solidaridad de los amigos y amigas de Cuba en todo el mundo, de los grupos de solidaridad, de muchas fuerzas políticas, de las organizaciones de la sociedad civil en todos los temas y ámbitos en el planeta, de los cubanos que residen en distintos países, en particular en EE. UU.