En la Asamblea General de la ONU se han escuchado las voces de los pueblos, los reclamos para eliminar las sanciones que Estados Unidos aplica contra otros países, para la transformación del Consejo de Seguridad y contra los mecanismos financieros, así como el llamado a la paz, mediante el diálogo y no con el financiamiento de millonarias cifras dedicadas a las armas y a la guerra
En la Asamblea General de la ONU se han escuchado las voces de los pueblos, los reclamos para eliminar las sanciones que Estados Unidos aplica contra Cuba y otros países, para la transformación del Consejo de Seguridad y contra los mecanismos financieros al servicio de los ricos, así como el llamado a la paz, mediante el diálogo y no con el financiamiento de millonarias cifras dedicadas a las armas y a la guerra, como sucede actualmente.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció contra el bloqueo a Cuba; advirtió sobre la reforma de los mecanismos de la ONU y el deber de evitar las intenciones de algunos actores de dividir el mundo en bloques, lo que constituyó un verdadero llamado a la paz, la convivencia entre los pueblos y el desarrollo para eliminar las grandes brechas entre ricos y pobres.
Por su parte, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, se refirió a lo que llamó «policrisis», en referencia a las causas que afectan a la vida humana. Fue enfático en señalar que «se olvidan de nuestros países los mismos que los invadieron varias veces. Se olvidaron que, por petróleo, invadieron a Irak, Siria, Libia. Se olvidaron de que las mismas razones que expresan para defender a Zelenski en Ucrania, son las que se deberían usar para defender a Palestina».
Al respecto, Petro propuso «acabar la guerra», y que la ONU «auspicie cuanto antes dos conferencias de paz: una sobre Ucrania y la otra sobre Palestina».
Y, aunque la temática expresada en los discursos de líderes identificados con la búsqueda de la paz y el desarrollo, y las muchas advertencias para poner el tema de los efectos adversos del cambio climático, constituyeron el centro de la agenda que se aborda en la ONU, ha habido puntos discordantes, como las intervenciones del mandatario estadounidense Joe Biden y del ucraniano Volodimir Zelenski.
Biden, como presidente de la mayor potencia mundial, lejos de unirse a las voces mayoritarias de quienes abogan por la paz y el desarrollo, usó gran parte de su retórica para condenar a Rusia y advertir a China. Responsabilizó a Moscú con la actual situación bélica en Ucrania y a China con un desarrollo económico y comercial que pone en crisis el modelo neoliberal capitalista que aplica Occidente.
Zelenski, por su parte, además de arremeter contra Rusia, cuestionó a aquellos que no se sumen a entregar armas y dinero para dar continuidad a la guerra, apartándose deliberadamente del camino del diálogo pacífico y comprometido.
Fuente: Granma
