Contra el Estado cubano han fracasado todos los planes para desacreditarlo, desmoralizarlo y destruirlo. La política seguida contra el sistema socialista defendido por la mayoría del pueblo, es errónea, y si algo tiene para mostrar, es el sufrimiento que ha causado a millones de habitantes de la Isla
Contra el Estado cubano han fracasado todos los planes para desacreditarlo, desmoralizarlo y destruirlo. La política seguida contra el sistema socialista defendido por la mayoría del pueblo es errónea, y si algo tiene para mostrar, es el sufrimiento que ha causado a millones de habitantes de la Isla.
Una simple mirada a las estadísticas demuestra la colosal labor de la Revolución en todos los frentes. Más allá, y a pesar de las calumnias, las campañas de descrédito y el cerco económico, los datos hablan por sí solos.
Refirámonos a una de las conquistas que más enorgullecen a los cubanos: la educación, paradigma para todos los países del mundo en cuanto a inclusión, profesionalidad y nivel alcanzado.
Desde que en 1959 se declaró la Reforma Integral de la Enseñanza, comenzó un amplio plan de transformaciones educativas con el fin de eliminar el analfabetismo y llevar la enseñanza por toda la Isla. Más de 69 instalaciones militares de la dictadura se convirtieron en escuelas.
El 10 de abril de 1961, por iniciativa directa de Vilma Espín y de Fidel Castro, se inauguraron los tres primeros círculos infantiles. Según el Anuario Estadístico de Cuba, al cierre de 2019 existía en el archipiélago una cifra de 1 085 círculos infantiles.
Debemos recordar que uno de los actos de terrorismo más cobardes cometidos contra la Revolución fue el incendio del círculo infantil Le Van Tham, ubicado en la capital.
Para finales del quinquenio 1971-1975 se alcanzó una producción anual de edificaciones escolares prefabricadas de 150 módulos de secundaria básica en el campo o su equivalente, lo que permitió incrementar anualmente en 90 000 alumnos la capacidad de los internados de enseñanza secundaria y media.
Por otro lado, y como parte de la política constructiva seguida por el Gobierno Revolucionario, se entregaron, hasta 1978, 13 escuelas pedagógicas.
Siete escuelas vocacionales estaban funcionando en 1979, centros que constituyeron verdaderos conjuntos urbanos que disponían de aulas, dormitorios, cine, biblioteca, laboratorios, salas polivalentes, salones de danza, teatro, música, artes plásticas y extensos campos deportivos con piscina olímpica, instalaciones de campo y pista, etc.
Para la formación deportiva, se desarrollaron las Escuelas de Profesores de Educación Física (epef) y las Escuelas para la Iniciación Deportiva (EIDE).
Se erigieron, además, numerosos centros politécnicos ubicados, estratégicamente, junto a centros industriales, forestales, mineros, ganaderos, agrícolas y de la Salud.
En 1979 se proyectaron y construyeron nuevos centros universitarios, institutos superiores politécnicos, institutos superiores de ciencias agropecuarias, de ciencias médicas, minero-metalúrgicos, pedagógicos y de economía, distribuidos entre casi todas las provincias.
También se edificaron en el país escuelas especiales, de Instructores de Arte, de Trabajadores Sociales, una Escuela Latinoamericana de Medicina, etc.
Queda mucho por mencionar, pues Revolución es construir, y durante años se cumplió con ese sentido de la obra del socialismo en la Isla.
Es cierto que, sobre todo en los últimos años, las afectaciones del bloqueo económico, comercial y financiero han impactado con fuerza al sector de la educación, y tales afectaciones no son cifras abstractas ni números fríos; detrás de esos datos están los millones de niños y adultos cubanos que sufren esa guerra de la sinrazón y la crueldad.
Cuando nos referimos al fracaso de la política hacia Cuba, hablamos de más de 60 años de agresiones de todo tipo, que no han logrado vencer la resiliencia de los hombres y mujeres formados por la Revolución; que no han podido derrotar una economía socialista que, con las enormes limitaciones impuestas, ha sostenido con colosal resistencia las conquistas de nuestro proyecto de país.
Fuente: Granma