La dimensión real de la gira euroasiática y africana que hizo el presidente Nicolás Maduro en la primera mitad de junio aún está por verse y experimentarse, por sus consecuencias próximas en distintos terrenos. Pero sin duda es un hito en la política exterior venezolana con incidencias directas en el ámbito nacional.
Los objetivos fueron variados y combinaron una gama de interacciones, acuerdos, intercambios y discusiones en los ámbitos político, diplomático, económico, financiero, comercial y estratégico de gran impacto en las relaciones bilaterales de la República Bolivariana de Venezuela con los países visitados y actores de organizaciones y gremios de distinto tipo.
Los países que visitó el presidente Maduro fueron seis:
1. Türkiye (Turquía)
- Llegó el martes 7 de junio a Ankara, la capital turca. Se reunió con el presidente Recep Tayyip Erdoğan y otros altos representantes del gobierno.
- Se firmaron tres acuerdos en el marco de la Cooperación de Alto Nivel en los sectores financiero, agrario y turístico.
- En una reunión con empresarios turcos, el presidente Maduro invitó a la inversión en Venezuela.
2. República Argelina Democrática y Popular
- Arribó el miércoles 8 de junio a Argel, capital del país. Se reunió con el primer ministro Aimen Benabderrahmane y con el presidente Abdelmadjid Tebboune.
- En el marco de la Comisión Mixta de Alto Nivel y durante una Reunión Ampliada entre ambos presidentes y sus comitivas ministeriales, se acordó elaborar un «mapa económico, energético, comercial, financiero, cultural y educativo» con el fin de relanzar las relaciones a un «nivel más elevado», de acuerdo a declaraciones del primer mandatario venezolano.
- Se comprometieron a crear una línea aérea para la conexión Caracas-Argel en los próximos meses.
3. República Islámica de Irán
- Llegó el viernes 10 de junio a la capital Teherán. Se reunió con el presidente Ebrahim Raisi, con el ministro de Petróleo Javad Owji y con el ayatolá Alí Jameneí.
- Tras Reunión Ampliada, firmaron una serie de acuerdos de Cooperación Integral de 20 años en las áreas energética, financiera, petroquímica, defensa, agrícola y turística.
- Se estableció la conexión aérea directa Caracas-Teherán.
- Irán entregó el tanquero Yoraco tipo Aframax a PDVSA, construido por la Compañía Industrial Naviera de Irán Salman Zarbi (SADRA), el segundo navío adjudicado según los acuerdos bilaterales firmados durante el gobierno del presidente Hugo Chávez. En el año 2023 Venezuela recibirá el tercer tanquero y en 2024 se completará la flota con el cuarto buque.
- El presidente Maduro visitó complejos y ferias industriales-tecnológicos en la búsqueda de intercambio cooperativo para ese sector.
4. Kuwait
- Aterrizó el lunes 13 de junio en la capital, también llamada Kuwait. Se reunió con miembros del gabinete de gobierno, con el presidente de la Asamblea Nacional de Kuwait, Marzouq Al-Ghanim, y con el próximo secretario general de la OPEP, Haitham Al-Ghais.
- El Jefe del Estado venezolano anunció la activación de una Comisión Mixta entre nuestro país y Kuwait con «planes específicos» en política y diplomacia, además de en el «campo del petróleo y el gas» y el «fortalecimiento» de la OPEP y OPEP+.
- Asimismo, invitó al Fondo de Inversiones de Kuwait y a los empresarios privados kuwaitíes a invertir en Venezuela en las áreas de turismo, energía y comercio, y propuso un «proyecto de producción agrícola muy beneficioso para ambos países».
5. Estado de Catar
- Arribó el martes 14 de junio a Doha, capital catarí. Se reunió con el emir Tamim bin Hamad Al Thani.
- Abordaron la cooperación bilateral en el área de hidrocarburos y el impulso de proyectos comunes en materia de energía, economía, inversión, agricultura y turismo.
- El gobierno venezolano instaló una rueda de negocios con un grupo de empresarios cataríes para fomentar las inversiones en la República Bolivariana.
- Se ratificó la apertura del vuelo directo Caracas-Doha a partir de octubre, previo a la Copa Mundial de Fútbol.
6. República de Azerbaiyán
- Llegó el jueves 16 de junio a Bakú, capital azerí. Se reunió por videoconferencia con el presidente Ilham Alíev.
- Acordaron instalar una Comisión Mixta, ampliar la cooperación económica y de inversiones y se comprometieron a firmar acuerdos en los sectores agrícola, petrolero, científico, tecnológico, turístico, educativo y de transporte, así como la apertura de la embajada de Azerbaiyán en Caracas.
- Se espera una pronta reunión bilateral de comisiones parlamentarias en Bakú en el marco del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Contextos
Todo ello ocurrió en un contexto global y venezolano de grandes cambios tectónicos. La guerra económica, financiera y comercial llevada a cabo por Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea contra la Federación Rusa han dinamitado el orden global y provocado una crisis de suministro energético y alimentario en buena parte del mundo, siendo el país euroasiático uno rico en materias primas y, por ende, exportador importante de estas.
Al mismo tiempo, los países norteamericanos (Canadá y Estados Unidos) y europeos han establecido una cortina de hierro con el objeto de cancelar a Rusia en sus respectivos espectros políticos y culturales. Esto ha planteado un ultimátum global de Washington con el que se propone los siguientes términos: «O estás con los rusos o estás con nosotros». Ello supone intentar el aislamiento de un país emergente en la disputa geopolítica y geoeconómica actual, enmarcado por un mundo multipolar en ciernes.
Eurasia es un espacio regional donde están ocurriendo cambios profundos en lo político y lo financiero, con el impulso desde la Unión Económica Euroasiática (UEE) de una posible moneda común que soslaye el uso del dólar estadounidense como dinero de transacción y unidad de cuenta. Y es allí donde Rusia tiene una influencia notable; de manera estratégica, China e Irán también se han unido a la creación de una nueva arquitectura financiera que Occidente no pueda usar como mecanismo de extorsión y pillaje.
Venezuela, con la gira presidencial, consolidó su posición de país inserto en la dinámica multipolar en ciernes que se está desarrollando en Eurasia y parte del Sudoeste Asiático, mientras que la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez asistía al Foro de San Petersburgo, afianzando acuerdos bilaterales con Rusia, siendo este un escenario de resoluciones económicas y financieras entre partes.
Por otro lado, el contexto venezolano está caracterizado por una recuperación económica animada por un repunte en los ingresos petroleros y de otros rubros de exportación, luego de años de depresión producto de varios factores, el principal de ellos siendo el bloqueo estadounidense.
El presidente Maduro ha sido taxativo a la hora de enunciar los planes económicos del Gobierno Bolivariano, dando preeminencia a la labor productiva y a la añadidura de valor agregado en las industrias nacionales. En este sentido, ha avanzado en logros, pero también se evidencian baches en ciertas áreas donde son necesarios tanto el capital como la tecnología y la facultad técnica humana para llevar a cabo ciertos procesos productivos e industriales.
La gira sirvió para firmar acuerdos que pudiesen dar el impulso necesario a los sectores donde Venezuela tiene vacíos en el financiamiento y en la capacidad productiva. De ahí la importancia de la diplomacia venezolana que se tradujo directamente en beneficios económicos y financieros a mediano y largo plazo para nuestro país.
Además, la consonancia entre países petroleros dio pie para coordinar convenios colectivos en el marco de la OPEP, siendo Irán, Kuwait, Argelia y Venezuela miembros plenos con voz y voto en la organización.
Desde el año 2015, el presidente Maduro no se embarcaba en una gira internacional, en la que visitó Rusia -en dos ocasiones-, China, Irán, Arabia Saudita, Catar, Argelia y Portugal. De ahí la importancia geopolítica y económica, en un contexto propicio tanto global como local para llevar a cabo una nueva ronda de convenios bilaterales bajo el esquema win-win.
Los acuerdos: alcances y proyecciones
Si bien aún no son de orden público, los acuerdos bilaterales que se firmaron durante la gira euroasiática y africana del primer mandatario venezolano se enmarcan en iniciativas importantes para el desarrollo energético, agrícola, tecnológico-industrial y turístico de Venezuela.
Ya hemos reseñado y analizado la importancia de la relación con Irán para la industria petrolera, a partir de la transferencia tecnológica, la recuperación técnica de complejos refinadores y la importación de insumos para la refinación del crudo que se extrae de los subsuelos venezolanos, de calidad pesada y extrapesada en la Faja Petrolífera del Orinoco, con fines de exportación.
El tanquero Yoraco tipo Aframax, de fabricación iraní y recibido por PDVSA, da un impulso a la industria petrolera venezolana en su capacidad comercial, pues tiene la competencia de transportar 800 mil barriles de crudo, equivalente a unas 113 mil toneladas de petróleo.
Con Argelia, Kuwait, Catar y Azerbaiyán también lograron plantear y firmar acuerdos para la complementación energética tanto en el área productiva como en el comercial.
La cooperación entre países OPEP es un punto clave en un momento álgido de los mercados energéticos, en específico del petróleo y el gas, luego de la imposición de medidas coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia.
Las cuotas de producción de cada país OPEP van acorde a lo planificado, de acuerdo a lo planteado por la organización en sus últimos encuentros e informes. El incremento de la producción en Venezuela estaría sujeta no solo según las expectativas estratégicas de PDVSA sino también en conjunción con la política emitida por la organización multilateral.
Bajo este paraguas, es de esperarse que la reunión del presidente Maduro con el próximo secretario general de la OPEP, el kuwaití Haitham Al-Ghais, tuviera como eje fundamental la coordinación de la producción energética venezolana, pronta a ser elevada en cantidad y calidad por medio de los acuerdos alcanzados en la gira y con el gobierno estadounidense, con las expectativas del organismo petrolero.
En el área agrícola, el presidente Maduro manifestó desde Teherán que Venezuela cuenta con 33 millones de hectáreas para producir alimentos para el país y para la exportación. No en balde, con todos los países, salvo Türkiye, se alcanzaron a firmar acuerdos bilaterales para la inversión y el desarrollo de la agricultura, incluido el intercambio comercial y de saberes educativos en el sector.
Por ejemplo, en la capital iraní el Jefe del Estado venezolano destacó que los acuerdos se firmaron para «la cooperación tecnológica que permitirá la producción de alimentos en Venezuela y los proyectos conjuntos para exportar a Irán y a toda esta región de Asia» lo producido. De esta manera, se atisba una combinación de elementos que abarcan lo industrial y lo tecnológico en este ramo.
De gran importancia fue la visita presidencial al Complejo Industrial del Grupo MAPNA, en las afueras de Teherán, compuesto por 70 empresas iraníes, donde pudo examinar la capacidad tecnológica local en el desarrollo y ejecución de plantas de energía térmica y renovable, de petróleo y gas, así como transporte ferroviario y otros proyectos industriales: la fabricación de equipos de turbinas de gas y vapor, generadores eléctricos, álabes y paletas de turbina, calderas de recuperación de calor y convencionales, sistemas eléctricos y de control, compresores de gas, locomotoras y otros equipos industriales.
Además, pudo verificar los avances en proyectos en materia de salud en el Parque Tecnológico Pardis, lo que concluyó en la firma de un contrato para la compra de 1 mil camas para los enfermos renales y las diálisis.
Basado en los acuerdos estratégicos firmados por los presidentes de Venezuela e Irán, y animado por la experiencia en su visita a dicho complejo industrial, el primer mandatario nacional ordenó en un acto televisado en Caracas el 21 de junio que «el vicepresidente Tareck El Aissami y la nueva vicepresidenta de Ciencia, Educación y Salud (Gabriela Jiménez), se unan para nosotros diseñar, arrancar e instalar en Venezuela un parque de desarrollo industrial tecnológico hermanado con Irán de manera inmediata».
Así, los acuerdos en esta área tendrían una proyección inusitada en la historia económica venezolana, y por ende una influencia notable en los 18 motores de la Agenda Económica Bolivariana planteada por el ejecutivo nacional.
Por último, se puede señalar que la creación de las conexiones aéreas de Caracas con las ciudades de Argel, Teherán y Doha dará un impulso inédito al sector del turismo, decaído por la crisis impuesta por las medidas coercitivas unilaterales de Washington y el contexto pandémico. La apertura turística ampliaría los horizontes para una mayor convocatoria de inversionistas extranjeros en el país, tal como fue la convocatoria del presidente venezolano durante la gira internacional.
Fuente: Misión Verdad