El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió este viernes en el Palacio de la Revolución a varios integrantes de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, que por estos días participan también en la Feria Internacional del Libro de La Habana
«A ustedes que han estado siempre defendiendo la Revolución Cubana, quiero decirles que hay continuidad, y eso no es una consigna, hay continuidad en la juventud, en las generaciones que estamos ocupando responsabilidades en el Partido, el Gobierno y el Estado», aseguró el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a varios integrantes de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad que visitan Cuba.
En un encuentro este viernes, el Jefe de Estado, luego de hablarles sobre la realidad cubana que las redes sociales y medios hegemónicos no cuentan, consideró retadora esa continuidad «porque hay que estar siguiendo los pasos de gigantes: de Fidel y Raúl».
Hemos dicho, agregó, que como ninguno de nosotros somos ellos, necesitamos más dirección colectiva, más abordaje entre todos, más análisis, más trabajo con la gente, tener más capacidad para escuchar y para tomar decisiones a partir de la construcción de consensos. Esa es la manera más efectiva –insistió– de defender el socialismo, sobre todo en estas condiciones de bloqueo.
De esa política hostil, recrudecida en tiempos de pandemia; del enfrentamiento a la COVID-19; de la creación de vacunas cubanas, no por azar, sino por una política de ciencia desarrollada por la Revolución, y de la guerra comunicacional despiadada, de descrédito que se le hace a Cuba, habló a los intelectuales de varios países de la región que por estos días participan en la Feria del Libro, a quienes agradeció la presencia en la Isla, «sobre todo en tiempos tan complejos, nosotros sabemos a todo lo que ustedes se arriesgan cuando vienen».
La Red en Defensa de la Humanidad, consideró, tiene un gran prestigio, porque la integra parte importante de la intelectualidad de la izquierda latinoamericana, de personas de pensamiento que han tenido una vida entregada a esas causas desde una posición de ética. «Mientras más se conozca la Red, mientras más se expanda, podemos lograr muchas más cosas».
Tenemos que sumar más jóvenes a la Red, comentó, y una gran parte del trabajo debemos orientarlo hacia ellos, con sus códigos, con sus motivaciones y sus maneras de comunicar. Necesitamos una renovación de la Red, e incluir a intelectuales jóvenes que están en diferentes movimientos sociales, que tienen muchas inquietudes y van marcando un liderazgo en un grupo de países en la región.
Ante la avalancha imperial, Díaz-Canel subrayó que tenemos que ser capaces de articularnos, porque con nosotros está la razón, trabajamos con la verdad, defendemos la dignidad y la justicia social. Y eso es lo que queremos para los pueblos de América.
Estoy convencido, aseveró, de que con los pueblos de Latinoamérica y del Caribe, con la unidad que tenemos desde el punto de vista histórico y cultural, con los recursos y el talento que existe, si un continente podía ser el primero en dar una demostración de ese mundo más solidario, más integrado, donde haya más igualdad, es precisamente este.
Cuba, afirmó, propiciará todo cuanto pueda un grupo de espacios donde podamos debatir, actualizarnos y proyectar acciones en este trabajo, que nos paralizó por dos años la pandemia.
Precisamente, de mejorar y ampliar la membrecía de la Red, comentó en el debate Héctor Díaz Polanco, académico y político residente en México. «Somos optimistas, estamos en un momento estelar, América Latina, después de algunos reveses en el llamado ciclo progresista, está entrando en una nueva fase».
Calificó este como un momento de esplendor en la política exterior de México, sobre todo en el reconocimiento de lo que significa Cuba. Podríamos decir que este solo hecho es ganancia extraordinaria.
Ángel Guerra Cabrera, periodista y analista político, se refirió a la necesidad de relanzar un plan para que la Red llegue mucho más allá de lo logrado, sobre todo en un contexto en el que el fascismo está mostrando sus garras también en América Latina.
Habló de renovar el trabajo y retomó un concepto que le escuchó a Adán Chávez, embajador venezolano: ante la idea que se quiere imponer de que Venezuela, Cuba y Nicaragua son el eje del mal, debemos promover el eje del bien, para lo cual es esencial la alianza entre el Centro Fidel Castro Ruz, el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento Hugo Chávez, y la Red en Defensa de la Humanidad.
Irene León, socióloga ecuatoriana y analista de política, afirmó que es urgente ensanchar los horizontes del pensamiento de Fidel y de Chávez. El liderazgo político que ellos tienen en el mundo es punto de partida para la renovación de la Red.
De solidaridad habló la luchadora e intelectual brasileña, Marilia Guimarães, esa palabra que puso en el tintero Fidel cuando pocos la usaban, más con un pueblo como el de ustedes, que nos la devolvió.
Con la cercanía, el respeto y la confianza de quienes han estado por años en la misma trinchera, transcurrió este encuentro en el ya conocido salón Portocarrero de la sede de la Presidencia en Cuba, adonde también asistieron el miembro del Buró Político y canciller, Bruno Rodríguez Parrilla; el integrante del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes; y el viceministro de Cultura, Fernando Rojas.