El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió este domingo 10 de agosto que cualquier agresión u operación militar contra Venezuela será considerada un ataque contra toda Latinoamérica y el Caribe.
El mensaje de Petro se produce luego de que en días recientes el gobierno de Estados Unidos (EEUU), dirigido por Donald Trump, diera luz verde a las Fuerzas Armadas de la nación norteamericana a actuar contra el narcotráfico y elevara de 25 a 50 millones de dólares una recompensa por información que conduzca al arresto del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
“Cualquier operación militar que no tenga aprobación de los países hermanos es una agresión contra Latinoamérica y el Caribe”, escribió Petro en su cuenta de X, espacio en el que recordó que Colombia y Venezuela “son el mismo pueblo, la misma bandera, la misma historia”. “Es una contradicción fundamental a nuestro principio de Libertad”, agregó.
En cuanto a la instrumentalización de una “recompensa” para atacar a Maduro, fijada en el primer gobierno de Trump y elevada posteriormente por el expresidente Joe Biden y ahora por el magnate, el líder colombiano escribió en otro mensaje: “No creo que la solución de los ‘problemas políticos’ de los venezolanos pase por poner dinero para matar o capturar líderes políticos”.
Las palabras de Petro se alinean a la postura de rechazo expresada por organismos de integración, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), así como de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia.
Transmito públicamente mi orden dada, como comandante de las fuerzas armadas de Colombia. Colombia y Venezuela son el mismo pueblo, la misma bandera, la misma historia.
Cualquier operación militar que no tenga aprobación de los países hermanos es una agresión contra…— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 10, 2025
Ataque con doble discurso
Desde que Maduro asumió el poder en 2013, las élites de poder de EEUU han buscado la manera de socavar al Gobierno Bolivariano. Una de esas estrategias es promover, a través de grandes medios y ahora redes digitales, falsos relatos que vinculen al gobierno del líder venezolano con redes del narcotráfico y bandas armadas.
Así, desde hace unos años, Washington asocia, sin pruebas, a Maduro con la inexistente banda Tren de Aragua y con supuestas actividades ligadas al narcotráfico.
Para repotenciar esta estrategia, el 7 de agosto pasado, la fiscal general de EEUU, Pamela Bondi, anunció que elevaba de 25 a 50 millones de dólares una recompensa contra Maduro.
En un discurso marcado por un doble rasero, Bondi intentó hacer ver que esta decisión la tomó su gobierno para contrarrestar “organizaciones criminales” y “terroristas”, toda vez que la Casa Blanca es el principal financista del régimen sionista de Israel que, desde octubre de 2023 ha asesinado impunemente y con armas de guerra a más de 61.000 palestinos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños.
De igual forma, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, manifestó abiertamente su apoyo al expresidente colombiano Álvaro Uribe, quien está sentenciado a prisión domiciliaria por los delitos soborno en actuación penal y fraude procesal.
El apoyo de Rubio al líder ultraderechista colombiano llega pese a que en 2004 la ONG National Security Archive logró desclasificar documentos oficiales de inteligencia que asociaron a Uribe con el narcotráfico, una relación de la que siempre ha estado al tanto los EEUU.