Por Geraldina Colotti.
Durante el acto de clausura del Foro Parlamentario Antifascista Mundial, que tuvo lugar en Caracas los días 4 y 5 de noviembre, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, inicia su discurso bromeando con el nombre de la compañera que lo precedió: Ana María Mari Machado, presidenta del Parlamento cubano: “Una Machado pero de las buenas, una cubana”, dice en alusión a la representante de la extrema derecha venezolana.
Y luego sigue un hilo que siempre favorece en los discursos internacionales: el de la historia entendida como lucha de clases que, desde la resistencia al colonialismo, la esclavitud y la dominación imperialista, conduce al presente y a la unidad de los pueblos contra la imposición de una nueva Doctrina Monroe.
Una unidad de acción y de análisis, más necesaria que nunca hoy cuando asistimos a “un nuevo brote de fascismo”. Y por eso – dice Maduro – “es importante la relación directa entre los pueblos, la diplomacia de los pueblos que está creando conciencia y fuerza, que son más necesarias que nunca para los desafíos que nos esperan en este siglo”.
Un hilo conductor, el seguido por el presidente, idóneo para abordar el tema de este encuentro, que reunió “en la patria de los libertadores y libertadoras” a más de 300 delegados de 70 países, “para gritar a los cuatro vientos y con una sola voz: no al fascismo, al neofascismo, al sionismo”. En estos dos días, los electos a los parlamentos de diversas partes del planeta pudieron conocer de cerca el funcionamiento del modelo bolivariano que, siguiendo las enseñanzas de Simón Rodríguez, maestro del Libertador, optó por no ser “ni calco ni copia, sino creación heroica”, como dijo el marxista peruano José Carlos Mariátegui.
Los diputados lo lograron durante cuatro encuentros con el poder popular, las comunas, con jóvenes y universitarios, con la clase trabajadora y el movimiento sindical, con mujeres y cadetes de la academia militar, donde se crió el líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez.
Lo discutieron en 7 grupos de trabajo que abordaron el tema de la relación entre imperialismo, fascismo y sionismo; el de la democracia parlamentaria pacífica; del bloqueo y medidas coercitivas impuestas a diversos pueblos; de la defensa de los derechos humanos; de legislación contra el fascismo, el neofascismo y otras expresiones similares; del papel de las redes sociales, las nuevas tecnologías y la guerra cognitiva contra los pueblos.
Este último es un argumento estudiado a fondo en la Universidad Internacional de la Comunicación, que dirige la rectora Tania Díaz, quien también estuvo presente en el encuentro como jefa del Bloque de la Patria, la alianza de partidos que acompañan al PSUV. La dirigente chavista asumió este cargo luego de que el vicepresidente del partido, Diosdado Cabello, fuera nombrado ministro del Interior Justicia y Paz. Coordinando la mesa sobre la guerra cognitiva, la diputada explicó que es posible superar los ataques que surgen del capitalismo de las plataformas, de las corporaciones llamadas redes sociales.
“A nosotros, aquí, en Venezuela – dijo -, el 29 de julio nos lanzaron un ciberataque, dañaron nuestro sistema operativo, no sólo el del Consejo Nacional Electoral, sino también el de muchas otras instituciones del Estado. Lanzaron una brutal operación psicológica contra nosotros, desataron el fascismo y manipularon las mentes para hacer que los venezolanos fueran a asesinar a otros venezolanos, pero en menos de 48 horas la situación se revirtió”.
Tania contó esas horas en un volumen titulado Las caras del fascismo en el tercer milenio, publicado por el fondo editorial Lauicom, y presentado durante el lanzamiento de la Internacional Antifascista, los días 11 y 12 de septiembre.
Situación recordada detalladamente por Diosdado Cabello en una de las conferencias inaugurales del Foro. “Venezuela – dijo el capitán – logró derrotar al fascismo manteniéndose unida”. Luego, recordó cómo, en la Cuarta República, cuando se hablaba mucho de “alternancia” en el gobierno, ocurrieron desapariciones forzadas. “Aquí está el compañero Soto Rojas, un sobreviviente de esa época. Sabemos que esta falsa democracia es el escondite del fascismo y la persecución. Lo vivimos.”
Cabello denunció luego que Estados Unidos ha declarado la guerra al mundo, “utilizando a los gobiernos cipayos del imperialismo, como Ucrania o Israel, para atacar a otros países que desea subyugar”. Venezuela – concluyó – no fue atacada militarmente, “sino que fue víctima de sanciones que sólo un pueblo digno es capaz de resistir”.
Este es un punto que ha abordado la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez. También en su calidad de ministra de Petróleo, Delcy destacó que el 91% de los 30 países sancionados ilegalmente con 37.433 medidas coercitivas son productores de energía, y gobiernan territorios en los que se concentran las mayores reservas energéticas. Para apropiarse de las enormes riquezas que posee Venezuela y robar sus activos en el exterior – explicó la vicepresidenta ejecutiva – el imperialismo ha inventado un gobierno ficticio “que nunca ha existido y no existe ni siquiera ahora”, añadió.
Una farsa que, con la complicidad de los gobiernos europeos, la extrema derecha pretende reactivar ahora para impedir que Nicolás Maduro, elegido para un tercer mandato el 28 de julio, asuma el poder el 10 de jenero 2025. Después de mostrar el verdadero rostro del fascismo, desatando la violencia postelectoral, la oposición golpista asumió el papel de “defensora de los derechos humanos”, haciéndose pasar por perseguida y victima del “dictador Maduro”.
Con este camuflage, tras recibir el Premio Sájarov a la libertad de pensamiento del Parlamento Europeo, el representante de la Plataforma Unitaria, ahora trasladado a España, fue recibido con los brazos abiertos por el Gobierno italiano, liderado por un partido heredero del fascismo. El nuevo autoproclamado “presidente electo” estuvo acompañado de otros dos representantes del golpismo venezolano, Antonio Ledezma y la exdiputada Mariela Magallanes. Todos fueron recibidos con los brazos abiertos incluso por los diputados de esa centroizquierda italiana, subordinada a las políticas neoliberales de la Unión Europea y a las políticas bélicas de la OTAN.
La hegemonía que la derecha venezolana ha impuesto sobre la opinión pública hizo que ningún parlamentario italiano estuviera presente en el Foro Mundial en Caracas. Entretanto, Machado está multiplicando las conferencias en línea con el Senado y el Parlamento italianos para pedir nuevas intervenciones contra su país. Y uno de los puntos debatidos en el encuentro entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola (otra auténtica anticomunista y ferviente partidaria de Zelensky y Netanyahu), se refería a “la transición en Venezuela.”, y está en el programa de la cumbre de la Ue en Budapest.
“El sionismo se basa en un concepto fascista, del que hace alarde de manera inhumana para destruir el futuro de un pueblo”, afirmó Delcy Rodríguez. Y una imagen, más que otras, resumió el sentido del Foro Parlamentario Mundial: el presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, abriendo los dos días de debates, para luego concluirlos junto al presidente, con una keffiyeh palestina al cuello. El mismo símbolo que se han puesto los demás diputados del Bloque de la Patria: “Alcemos la voz contra una de las plagas que hoy asola a toda la humanidad”, dijo Jorge, refiriéndose al genocidio de los palestinos, y denunciando a los responsables: el régimen sionista, los Estados Unidos y sus cómplices en la Unión Europea.
Un contenido presente en todas las intervenciones y recordado varias veces por Maduro en las conclusiones. “Para comprender el por qué, el cómo y el dónde del rebrote fascista que está reviviendo la humanidad, debemos remontarnos a hace 100 años – dijo el presidente – entonces, lo que fue una explosión de odio y violencia se transformó en una tragedia humana con la llamada Segunda Guerra Mundial. Lo que comenzó como gobiernos atípicos, que encarnaron procesos contrarrevolucionarios en Hungría, Rumania, Alemania, terminó convirtiéndose en la tragedia del surgimiento de la corriente demoníaca más sangrienta de la historia de la humanidad, comparable en su capacidad destructiva sólo al proceso de genocidio que nuestros pueblos originarios sufrieron a causa de los españoles”.
Según el estadista, la respuesta histórica al fascismo fue el surgimiento de la Unión de Repúblicas Soviéticas que dio esperanza al mundo. Hoy, ante la crisis del modelo capitalista que muestra la decadencia del sistema imperialista de Occidente, emerge una nueva geopolítica, un mundo multicéntrico, representado con gran fuerza económica en los BRICS. Esto va determinar un cambio definitivo en las relaciones humanas.
“En estos dos días – recordó Maduro – organizamos una plataforma antifascista con la participación de los hermanos Brics, con representantes de la Rusia del gran Vladimir Putin. Venezuela -dijo-, como hija de Simón Bolívar, que con su acción liberadora quiso establecer el equilibrio del universo construyendo un conjunto de naciones solidarias, unidas en una Patria Grande, forma parte de los Brics desde hace 200 años”.
En esta clave, en el Foro Parlamentario Mundial se aprobaron dos propuestas: la de una Red antifascista global, integrada por parlamentarios y senadores; y la creación de un Observatorio parlamentario permanente de los países afectados por las “sanciones”: empezando por Cuba, víctima de un bloqueo criminal, denunciado por el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, y por todos los presentes. Y todos también rechazaron la absurda acusación lanzada por Estados Unidos contra Cuba de estar entre los países patrocinadores del terrorismo, mientras no se hace nada para detener el genocidio en Palestina y la agresión contra el pueblo libanés. Pero de este encuentro, del papel propulsor de Venezuela, que rindió homenaje al despertar de África contra el neocolonialismo, puede renacer la esperanza.
Fue significativo el mensaje enviado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, presidente y vicepresidenta de Nicaragua. Después de haber denunciado contundentemente el genocidio en Palestina y el ataque a la soberanía del Líbano, Daniel y Rosario invitaron a los pueblos a luchar unidos y así concluyeron: “Nicaragua, fiel a su principio de soberanía, rechaza la posición de quien se adhiera a la decisión imperial de no reconocer la voluntad democrática del pueblo venezolano.
Ante las contundentes y fundadas evidencias de la absoluta victoria bolivariana del 28 de julio de 2024, no basta simplemente con extender nuestro corazón solidario al glorioso pueblo de Bolívar, Chávez y Nicolás, a esa Gran comunidad bolivariana, unida en ideales, valores, luchas y horizontes de paz y bienestar, pero estamos obligados a exigir pleno respeto a nuestros gobiernos, ante la victoria soberana e inapelable del PSUV y el hermano Nicolás.
No debemos dejar lugar a dudas sobre los principios que inspiran la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, principios que son al mismo tiempo el sustento de un verdadero antiimperialismo revolucionario.”